El popular gorila que posó para hacerse selfies con unos guardas ha fallecido a sus 14 años. Ndakasi, este querido animal, daba su último aliento entre los brazos de su cuidador el pasado 26 de septiembre tras una enfermedad en la que su estado se deterioró.

Ndakasi fue salvada por los guardabosques del Parque Nacional de Virunga, en el este del Congo, cuando solo tenía dos meses. Perdió a su madre a manos de una milicia armada.

Los guardas la encontraron sobre el cuerpo de su madre después de que le dispararan. Más tarde, la trasladaron al Centro Senkwekwe del parque con Ndeze, otro gorila huérfano. En 2019, se convirtieron en una sensación mundial tras posar en un selfie con el guardabosques Mathieu Shamavu.

Finalmente, falleció el 26 de septiembre tras una «prolongada enfermedad en la que su estado se deterioró rápidamente», dijo el parque en un comunicado, indicando que pasó sus últimos instantes de vida en brazos del cuidador Andre Bauma, que la había atendido durante 14 años.

Ambos fueron fotografiados juntos, en una lastimosa última imagen, mientras la gorila moría sobre el hombre. «Virunga anuncia con profunda tristeza la muerte del amado gorila huérfano, Ndakasi», ha anunciado con lástima la cuenta oficial del parque.

«Ha sido un privilegio apoyar y cuidar a una criatura tan cariñosa, especialmente sabiendo el trauma que Ndakasi sufrió a una edad muy temprana. Se podría decir que se parece a su madre, Nyiransekuye, cuyo nombre significa alguien feliz de acoger a los demás», dijo Bauma en un comunicado.

«Su carácter dulce e inteligencia me ayudaron a comprender la relación entre los humanos y los grandes simios y por qué debemos hacer todo lo posible para protegerlos», ha añadido el cuidador, que confiesa estar «orgulloso» de haber llamado a Ndakasi como su «amiga».

En palabras de André Bauman, asegura que la echarán de menos pero que estarán siempre agradecidos por lo que les aportó en en Senkwekwe: «La quería como a una hija y su alegre personalidad me arrancaba una sonrisa cada vez que interactuaba con ella».

La propia cuenta del grupo de guardas contra la caza furtiva, a la que pertene el dueño de la famosa selfie, ha querido dedicar unas palabras al animal, a quien «recuerdan con amor»: «La fama no cambió para Ndakasis. Ella siempre fue una diva. Ndakasi fue monumental, encantadora, amorosa, caprichosa, tierna, traviesa y muy, muy traviesa».

Según añaden, lamentan su pérdida como los cuidadores del parque: «Los mejores y más brillantes nos son arrebatados demasiado pronto».

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