Estados Unidos intenta provocar una ruptura entre Rusia y la Unión Europea sobre los envíos de gas, declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.

«EEUU declara abiertamente que la cooperación con Rusia contradice los intereses de la seguridad energética de Europa. Quieren sembrar la discordia entre nosotros, reducir nuestra interdependencia», apuntó.

El ministro recalcó que la UE depende del gas ruso en un 35%.

«Nosotros a la vez también dependemos en gran medida de los que compran ese gas, son sus gasoductos no podemos cambiar su dirección», subrayó.

Además, el diplomático insistió que Rusia y la UE deben evitar una politización del tema de gas y «pensar en que nuestra gente puede sufrir de verdad por las deficiencias de los gobiernos y las compañías correspondientes en materia energética, el abastecimiento de la energía y, por lo general, la seguridad energética».

Lavrov recordó que Washington «aplicó una gran presión» sobre Bruselas, sobre todo durante la presidencia de Donald Trump, cuya administración «obligaba directamente a renunciar al gas ruso que llega por la tuberías y en cambio proponía construir terminales para los envíos del gas natural licuado de EEUU».

A principios de septiembre, el consorcio ruso Gazprom dio por concluido el tendido del Nord Stream 2, un gasoducto que une a Rusia y Alemania por el fondo del mar Báltico para transportar hasta 55.000 millones de metros cúbicos de combustible anuales.

La infraestructura, en cuya construcción participan también compañías de Alemania, Austria, Francia y Países Bajos, consta de dos ramales de 1.230 kilómetros.

EEUU, que busca vender a Europa el gas natural licuado de sus yacimientos de esquisto, se opuso enérgicamente a la realización de este proyecto en la etapa de la construcción. Pero en julio pasado reconoció lo inevitable de su puesta en marcha y junto con Alemania emitió una declaración formulando varios requisitos para su funcionamiento.

Washington y Berlín indicaron, en particular, que Europa y Ucrania están interesadas en que continúe el tránsito de gas ruso a través de Ucrania después de 2024 y que Berlín se compromete a usar todas las palancas a su alcance para contribuir a que el contrato de transito de gas entre Rusia y Ucrania se prorrogue por 10 años.

Los congresistas estadounidenses critican a la Administración por estar actuando con insuficiente dureza, a juicio de ellos, en este asunto y exigen recrudecer las sanciones.

(Sputniknews)