La Policía Metropolitana de Londres informó este sábado que el asesinato a puñaladas del diputado conservador británico David Amess, ocurrido este viernes, ha sido considerado un acto terrorista y su investigación estará a cargo del Comando contra el Terrorismo.

En un comunicado difundido a través de Twitter, la Policía refiere que hasta el momento todo apunta a una posible motivación vinculada al extremismo islamista, según el coordinador nacional de vigilancia policial contra el terrorismo, comisionado adjunto Dean Haydon.

Amess murió tras ser apuñalado varias veces durante un encuentro con electores en la iglesia metodista de Belfairs, condado de Essex. Su agresor, un hombre de 25 años de ascendencia somalí, fue detenido en la escena y es interrogado.

Scotland Yard agregó en la nota de prensa que “se cree que actuó solo y no buscamos a nadie más en relación con el incidente en este momento”.

Durante esta jornada trascendió que el primer ministro, Boris Johnson, y el líder de la oposición, Keir Starmer, visitaron el templo donde fue asesinado Amess y depositaron flores a su memoria.

Mientras tanto, los líderes de las mezquitas de la localidad de Southend, a la que representaba el político fallecido, emitieron un comunicado de enérgica condena al hecho, que calificaron de «atrocidad indefendible».

Por otra parte, la Policía comenzó este sábado a contactar a los 650 parlamentarios para evaluar sus esquemas de seguridad, según dispuso la ministra del Interior, Priti Patel. También se considerará si pueden mantener contactos personales con sus electores.

Reportes de prensa informan que los diputados de Reino Unido suelen organizar los viernes eventos públicos para retroalimentarse con sus electores.

Amess, de 69 años, integraba el Partido Conservador y, de acuerdo con medios de prensa, fue uno de los defensores del Brexit antes del referendo de 2016, cuando eran minoría los parlamentarios que respaldaban la ruptura con la Unión Europea.

En Reino Unido se han registrado otros ataques contra diputados. Entre ellos, fueron letales los cometidos contra la laborista Jo Cox, ultimada por un extremista de derecha en junio de 2016, y el conservador Ian Gow, cuya muerte tras un atentado con bomba se adjudicó el Ejército Republicano Irlandés (IRA).

(teleSUR)