A cuatro semanas desde su estallido, el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, afirmó este domingo que no se aventura que «sea inminente» el final de la erupción de La Palma, a pesar de que «el mayor deseo» de todos es que «este volcán termine ya».

Torres explicó que, según los científicos, la posibilidad de que se debilite la erupción «no está cercana», ya que sigue habiendo deformidades en la zona del cono. Asimismo, aseguró que no se descarta que pueda haber nuevas salidas de coladas y que la cantidad de dióxido de azufre, uno de los índices claves para decir que está cercano su final, «es alta».

Así, explicó que la cantidad de dióxido de azufre que se emite a la atmósfera está todavía en miles de toneladas, cuando tiene que llegar a entre 100 y 500 toneladas para que empiece a debilitarse, y se ha mostrado preocupado también por la nueva boca y por la calidad del aire.

«Estamos a merced del volcán, es el único que puede decidir cuándo acaba», destacó el presidente canario, quien aseguró que «el deseo mayor» que tienen en Canarias en este momento es que el volcán empiece a debilitarse.

Torres destacó que cuentan con un «magnífico» equipo científico, que ha conseguido con la prevención y con la actuación cívica de los palmeros que no haya que lamentar ningún daño personal, pero «esos trozos de vida que se han ido con la pérdida de las casas, de los terrenos o de los recuerdos, tiene a la población palmera rota».

El volcán, situado en una de las Islas Canarias frente al noroeste de África, ha destruido hasta ahora más de 1.800 edificios, la mayoría viviendas, afectando a cerca de 7.000 personas. Afortunadamente, las rápidas evacuaciones han contribuido a evitar víctimas en la isla, que cuenta con unos 85.000 habitantes.

Las compañías aéreas cancelaron esporádicamente los vuelos a las islas, incluidos 56 vuelos durante el sábado y el domingo, debido a las cenizas. El volcán ha producido estruendos y docenas de pequeños terremotos casi todos los días, y ha cubierto una amplia zona con ceniza volcánica, con una columna que tiene varios kilómetros de altura.

(Globovisión)