La baba del Orinoco o caimán de anteojos es una de las especies endémicas de la fauna nacional más representativas de los llanos venezolanos y de las riberas del mayor río del país.

En unas imágenes captadas por la lente de la cámara de la periodista Mirelvis Gutiérrez para LaIguana.TV, se aprecian algunos ejemplares en su hábitat natural, en un caño de los llanos apureños.

Las babas tienen un tamaño que oscila entre 1,1 y 2,75 metros de longitud, su color es oscuro y su piel tiene escamas grandes. Habitan en casi toda Venezuela, su hogar lo componen los llanos desde Apure y Barinas hasta Delta Amacuro y toda la cuenca del Orinoco.

Es una especie carnívora, cuando son más jóvenes, se alimentan de insectos y otros invertebrados, peces, caracoles y crustáceos. Al crecer, se alimentan de pequeños mamíferos, aves y otros reptiles, que cazan furtivamente en la orilla de las aguas tranquilas.

La baba es frecuentemente cazada por su piel, como alternativa más económica a la piel de cocodrilo, y su carne, que es bien apreciada. Los llaneros suelen comerla en pisillo, sancochan la carne y la esmechan, luego la agregan a una sartén con un sofrito criollo de cebolla, cebollín, ajo, onoto, cilantro de monte, comino y el infaltable ají dulce. Se acompaña con arroz, tostones, casabe o arepas.

(LaIguana.TV)