Las autoridades japonesas advirtieron este miércoles 20 de octubre sobre la amenaza de los flujos de lava y la caída de rocas después de que el monte Aso entró en erupción en la isla sureña de Kyushu.

El volcán, un destino turístico popular, es el más grande de Japón y uno de los activos más grandes del mundo, con mil 592 metros sobre el nivel del mar.

La erupción ocurrió a las 11:43 a.m. (hora local), e hizo caer piedras por sus laderas cubiertas de hierba y columnas de ceniza de 3,5 kilómetros de altura, dijo la Agencia Meteorológica de Japón.

Por esa razón, la entidad elevó el miércoles su advertencia a nivel tres, de una escala de cinco, lo cual no ocurría desde 2016, cuando el propio Aso entró en erupción.

No ha habido informes de víctimas, pero las autoridades verifican si algún excursionista quedó atrapado o herido, dijeron fuentes oficiales a los medios locales.

Tomoaki Ozaki, funcionario de la Agencia, declaró en una conferencia de prensa televisada que también se pueden haber emitido gases tóxicos.

Imágenes de televisión mostraron torrentes de ceniza corriendo por las laderas de Aso hacia el museo del lugar, pero no llegaron al sitio.

En 2014, Japón sufrió su erupción volcánica más mortífera en casi nueve décadas en el monte Ontake, en la prefectura central de Pagano, que dejó un saldo de 63 personas fallecidas.

(Prensa Latina)