Si bien el consumo moderado de vino tinto se ha relacionado durante mucho tiempo con beneficios cardiovasculares y muchas personas usan el alcohol como un medio para ayudar a relajarse, su consumo, aunque sea mínimo, entraña riesgos para tu salud.

Según Alicia Galvin, dietista de Sovereign Laboratories, el alcohol provoca serios problemas a tu salud gastrointestinal.

«El alcohol puede causar reflujo de ácido», dice Galvin citada por el portal Eat This Not That. «El alcohol relaja el esfínter esofágico inferior, la banda de músculos entre el esófago y el estómago. Cuando esto sucede, el ácido del estómago puede subir más fácilmente al esófago y causar acidez estomacal ocasional».

Si bebes con regularidad, estos episodios de acidez estomacal pueden convertirse en un problema más constante y aumentar el riesgo de desarrollar cáncer.

«Las personas con enfermedad por reflujo gastroesofágico tienen un riesgo ligeramente mayor de desarrollar adenocarcinoma de esófago. Este riesgo parece ser mayor en aquellos que tienen síntomas más frecuentes», informa la Sociedad Estadounidense del Cáncer.

El reflujo que no se trata puede provocar lo que se conoce como esófago de Barrett. Si bien la gran mayoría de las personas que desarrollan esófago de Barrett no desarrollará cáncer, «las personas con esófago de Barrett tienen un riesgo mucho mayor que las personas sin esta condición de desarrollar adenocarcinoma de esófago», según la Sociedad Estadounidense del Cáncer. Con el tiempo, el esófago de Barrett también puede aumentar su riesgo de displasia, una anomalía celular que también está relacionada con un mayor riesgo.

Sin embargo, Galvin señala que el reflujo ácido no es la única dolencia gastrointestinal que el alcohol puede causar. «El alcohol inhibe la absorción de nutrientes en el intestino delgado y aumenta el transporte de toxinas a través de las paredes intestinales. Esto puede contribuir al desarrollo de efectos relacionados con el alcohol en el hígado y en otros órganos», dice Galvin, y agrega que el consumo de alcohol también puede dificultar el libre movimiento de los músculos intestinales, lo que provoca diarrea y que se reproduzcan las bacterias gramnegativas, lo que puede aumentar la permeabilidad del revestimiento intestinal.

(Sputnik)