Tras su regreso a La Haya, Karim Kahn, fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), ofreció un balance sobre su visita oficial a Venezuela, realizada entre el 31 de octubre y el 3 de noviembre de 2021, que concluyó con la firma de un memorándum de entendimiento entre el gobierno venezolano y la instancia que encabeza.

En una nota de prensa redactada a título personal y divulgada por su oficina este 5 de noviembre, Kahn expresó su «agradecimiento a las autoridades de Venezuela» por la invitación que le cursaran y resaltó que las conversaciones que sostuvo «con altos funcionarios del Gobierno, miembros del cuerpo diplomático y representantes de la sociedad civil fueron «francas y constructivas».

«Fue particularmente notable que el presidente de la República, S.E. Nicolás Maduro Moros participó directamente conmigo durante tres días en reuniones que totalizaron casi 10 horas. Si bien las discusiones fueron sinceras, en todo momento fueron corteses y se llevaron a cabo con un espíritu constructivo. Extiendo mi agradecimiento al Presidente, a otros funcionarios y partes interesadas por colaborar con mi delegación y conmigo de esta manera durante nuestra visita», expresó el funcionario.

En el texto se precisa que desde que asumió el cargo en la Fiscalía de la CPI, en junio de 2021, ha «estado revisando la evaluación» realizada por su predecesora, Fatou Bensouda, si bien, en paralelo, ha continuado «buscando un diálogo significativo con las autoridades venezolanas para mantener y profundizar cooperación prevista en el Estatuto de Roma».

Sobre el así llamado caso Venezuela I, Kahn recordó que «la Fiscalía (…) abrió un examen preliminar de la situación en Venezuela en febrero de 2018. Unos meses después, el 27 de septiembre de 2018, la Fiscalía recibió una remisión de un grupo de Estados Partes al Estatuto de Roma solicitando el inicio de una investigación por crímenes de lesa humanidad presuntamente cometidos en el territorio de Venezuela».

Puntualizó, asimismo, que como lo ha sostenido «en repetidas ocasiones, los exámenes preliminares no deben prolongarse durante períodos de tiempo excesivamente largos y deben llegar a una conclusión tan pronto como los criterios establecidos en el Estatuto de Roma se hayan evaluado adecuadamente sobre la base de la mejor información disponible».

De este modo, aclaró Kahn, «el proceso de examen preliminar es un mecanismo de filtrado» y destacó que «hasta el momento», su «Oficina no ha realizado investigaciones en Venezuela. No hay objetivos ni sospechosos en esta etapa del procedimiento. Sin embargo, solo mediante la apertura de una investigación formal se puede determinar la verdad», un asunto que enfatizó en diversas reuniones que sostuvo en Caracas.

Explicó, además, que según lo previsto en el artículo 54 (1) (a) del Estatuto de Roma, su oficina debe investigar «por igual las circunstancias incriminatorias y exculpatorias para establecer la verdad» y, de momento, la recién iniciada investigación «es solo el comienzo de un proceso».

La posición del gobierno de Venezuela y el trabajo conjunto

En su exposición, Kahn no obvió que las autoridades venezolanas estimaron que «no se han cumplido las condiciones para una investigación», pero resaltó que consideraba «un gran mérito para ellos que se hayan comprometido a cooperar» con su Oficina en la medida que se avanza «hacia esta nueva etapa».

«Me han invitado a regresar a Venezuela, al igual que miembros de mi oficina. Paralelamente a la investigación que comenzaremos ahora, continuaré buscando formas significativas de cooperar y comprometerme con las autoridades y todas las demás partes interesadas en la búsqueda de la verdad», detalló.

De la misma manera, afirmó que su oficina respaldará «cualquier esfuerzo sincero y significativo que emprenda el gobierno venezolano para reformar y revitalizar el sistema judicial y penal, a fin de permitir una verdadera rendición de cuentas en Venezuela para las víctimas de presuntos delitos», puesto que «el principio de complementariedad es la base del sistema del Estatuto de Roma y sigue siendo un principio importante durante la etapa de investigación».

Así las cosas, apuntó, “la evidencia del nivel constructivo y sostenido de compromiso con las autoridades venezolanas» durante su visita oficial, se tradujo en la firma de un memorándum de entendimiento que «sienta las bases para un diálogo y una cooperación sostenidos a medida que avanzamos hacia la siguiente fase en esta situación».

Sin embargo, el fiscal de la CPI defendió que el acuerdo suscrito con el gobierno de Venezuela «deja claro» que «el examen preliminar de la Situación en Venezuela (Venezuela I) ha llegado a su fin luego de un proceso exhaustivo e independiente con la conclusión de que existe una base razonable para proceder con una investigación».

Pese a la diferencia de criterio entre Caracas y su despacho, Kahn aseveró que le «tranquiliza» y le «complace» que el memorándum rubricado entre las partes implique un compromiso para «trabajar en colaboración, al mismo tiempo que de forma independiente e imparcial, pero con pleno respeto al principio de complementariedad, y a buscar la cooperación y la asistencia mutua».

El funcionario sentenció que si bien su despacho estaba al corriente de la existencia del «discurso político» y del «contexto regional», operaría al margen «de cualquier agenda política» y demandó espacio para que su oficina hiciera «su trabajo».

«Trabajamos como funcionarios de la Corte de conformidad con los valores y principios del Estatuto de Roma. Como he dicho anteriormente, tendremos una opinión bastante sombría de cualquier intento de utilizar la apertura de la investigación para obtener beneficios políticos o para politizar el trabajo independiente de mi oficina», sentenció.

(LaIguana.TV)