chavez-y-marica-ga-cha.jpg

Con fecha del 14 de noviembre de 1993, desde la Cárcel de Yare -donde fue preso tras la rebelión del 4 de febrero de 1992-, el Comandante Hugo Chávez escribió una emotiva carta a su hija María Gabriela, en la que ratifica, desde aquellos años, su inquebrantable compromiso con el pueblo.

 

«Los perros han vuelto, María, a morder estos espacios y a desgarrar este pequeño horizonte. Pero mi dignidad, querida mía, nunca podrán morderla mil perros ni desgarrarla mil tiranos vestidos de blanco», escribió el líder revolucionario.

 

La misiva fue leída por el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello, durante su programa semanal «Con el Mazo Dando», transmitido por Venezolana de Televisión.

 

«Como el 4F, cada vez que oigo disparos y la violencia toca mi puerta, siento tus ojos (…) que me miran con fuerza y me gritan: ‘Papá no me dejes’. Así será, María mía, hasta el último día de esta vida que ya no me pertenece», continuó el Comandante en las líneas que dedicó a su hija.

 

Agregó: «Ahora me prohíben verte, otra vez. Pero tú sabes que a pesar de tanto amor que te tengo, con eso no me van a doblegar. Y yo sé que contigo tampoco podrán, pues llevas por dentro la fuerza rebelde de cien siglos y la dignidad heroica de mi pueblo. María, no desmayes nunca. Sigue preparándote sin descanso para ser lo que yo sé tú vas a ser: una gran mujer venezolana del siglo XXI».

 

En las últimas líneas, le dijo: «Te amo inmensamente, con la fuerza de no sé cuantos ríos crecidos, mi linda cuiva-cuivita.»

 

(AVN)