Benito Irady, director del Centro para la Diversidad Cultural y responsable de haber presentado ante la Unesco siete postulaciones de manifestaciones culturales venezolanas que fueron declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad –entre las que se cuentan los Diablos Danzantes de Corpus Christi y el Carnaval de El Callao–, compartió algunas precisiones acerca de las Celebraciones de San Juan Bautista, que en fecha próxima serán evaluadas por el organismo para su incorporación en la importante categoría.

Rasgos y tiempos de las fiestas de San Juan Bautista en Venezuela

El especialista apunta que «las celebraciones venezolanas de San Juan Bautista presentan prácticas y conocimientos que se originaron en el siglo XVII en las comunidades afrovenezolanas asociadas a las antiguas haciendas coloniales», lo que da cuenta de su prolongada existencia.

Para destacar la diversidad cultural presente en esta práctica, en sus reflexiones Irady refiere que si bien las fiestas siempre «han estado muy influenciadas por el catolicismo», también han preservado «expresiones verbales, musicales y físicas relacionadas con el África subsahariana».

Todavía más: los sanjuaneros, que es como se conoce a los seguidores y adoradores de San Juan Bautista, entienden la celebración como «un símbolo de resistencia cultural y libertad, y un medio para recordar a sus antepasados esclavizados». De allí que, destaca el experto, la celebración se extiende prácticamente por todo el territorio venezolano y trasciende el espacio indicado en el expediente «Ciclo festivo alrededor de la devoción y culto a San Juan Bautista» presentado ante la Unesco.

Con respecto a los modelos de organización empleados para las festividades, Irady puntualiza que los sanjuaneros se agrupan en «cofradías, hermandades, sociedades, parrandas» y en todos los casos, las mujeres juegan un rol prominente, pues a San Juan se le asocia «con el culto, los milagros y los favores relacionados con la salud, la prosperidad, el amor, y a la vez se promueve un sentido de pertenencia e identidad dentro de la comunidad».

En el presente, el investigador estima que la práctica cultural «ha permitido reivindicar la propia historia de las comunidades y disipar los prejuicios y estereotipos establecidos por las clases dominantes».

En relación con la temporalidad, Irady precisa que aunque las fechas «más importantes son el 23 y 24 de junio, cuando la imagen de San Juan Bautista luce llamativos adornos de flores y palmas para su procesión, después que algunas son bautizadas en un río local», puede hablarse de un ciclo festivo, en tanto si bien no hay un punto de inicio definido para las fiestas, «en muchas comunidades» comienzan al finalizar el mes de mayo.

Algo similar sucede con el fin del ciclo festivo, que en algunos casos concluye «el 16 de julio, día de la Virgen del Carmen, y en otros el 29 de junio, día de San Pedro Apóstol».

Un expediente cuidadosamente documentado

El director del Centro para la Diversidad Cultural puntualiza que la institución que encabeza –que por mandato de la República es desde 2008 el Núcleo Focal ante la Convención de la Unesco para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial–, se encargó de preparar el expediente del «Ciclo festivo alrededor de la devoción y culto a San Juan Bautista».

Aclaró, asimismo, que el proceso de documentación «contó con el consentimiento libre, previo e informado de las numerosas comunidades que se fueron incorporando gradualmente para solicitar el ingreso de la manifestación a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad», localizadas en los estados Yaracuy, Carabobo, Aragua, La Guaira, Miranda, y a la ciudad capital, Caracas.

Si las festividades de San Juan Bautista en Venezuela se incorporan a la Lista de la Unesco, Irady puntualiza que eso «permitiría aumentar las actividades orientadas a la salvaguardia de la manifestación a nivel local y nacional, y motivaría mayor número de reuniones internacionales y el intercambio de experiencias, además de asegurar su viabilidad mediante el diálogo con otros grupos culturales y religiosos», en tanto «la propia práctica de la manifestación fomenta la creatividad humana y promueve el respeto a la diversidad cultural».

El investigador también precisa que tanto en el pasado como en el presente se han adoptado medidas para preservar las celebraciones como «talleres, reuniones, investigaciones y conferencias en todo el país, con apoyo financiero, político y legal de gobiernos locales, regionales y el propio ejecutivo nacional, así como de otras ramas de los poderes públicos».

Asimismo, para garantizar la viabilidad de esta práctica cultural, el Centro para la Diversidad Cultural ha propuesto medidas centradas «en la transmisión de valores, la investigación comunitaria, el desarrollo organizativo y las campañas de promoción en las que participan los portadores de la manifestación».

De otro lado, Irady destaca que «el expediente demuestra el respeto a las prácticas consuetudinarias asociadas a la manifestación, y la manera como las comunidades organizadas colaboraron con tareas logísticas y recursos operativos en el trabajo de campo que se efectuó en los últimos 14 años, equivalentes al período recorrido para la nominación, con el acompañamiento permanente de la Fundación Centro de la Diversidad Cultural».

En ese orden, puntualiza que en 2019 se incluyó a las celebraciones de San Juan Bautista en el Registro del Patrimonio Cultural de la Nación, que está bajo la administración del Instituto del Patrimonio Cultural y el correspondiente expediente «ofrece suficiente información sobre el proceso de identificación, definición y recopilación de datos y da cuenta de la participación de la comunidad».

Para concluir sus alegatos, el experto refiere que en noviembre de 2021, el Órgano de Evaluación que depende la Secretaría de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, recomendó al Comité Intergubernamental de la Unesco la inclusión de la candidatura del «Ciclo Festivo alrededor de la devoción y culto a San Juan Bautista» en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, según consta en el proyecto de decisión 16.COM 8.b.47.

Esta instancia se reunirá en París entre el 13 y el 18 de diciembre de 2021 e incluyó en su punto de agenda la aprobación o modificación del proyecto de decisión. Participarán representantes de Países Bajos, Suecia, Suiza, Azerbaiyán, República Checa, Polonia, Brasil, Jamaica, Panamá, Perú, China, Japón, Kazajstán, República de Corea, Sri Lanka, Botswana, Camerún, Costa de Marfil, Yibuti, Ruanda, Togo, Arabia Saudita, Kuwait y Marruecos.

(LaIguana.TV)