Corinna zu Sayn-Wittgenstein, examante del rey emérito Juan Carlos I de España, intenta demandar al exsoberano ante los tribunales ingleses por haberla espiado y acosado a través de terceras personas, una vez que ella se negó a reanudar su relación, recoge un despacho de AFP. 

Según la agencia francesa, este lunes, Daniel Bethlehem, abogado del exmonarca en Inglaterra, alegó en un tribunal civil de Londres que dispone de inmunidad en ese país por su condición de «miembro de la familia real española», de acuerdo con lo establecido en la ley británica de inmunidad del Estado, que data de 1978 y en la que se estipula que solamente puede ser imputado por la justicia de su país. 

«Esto no sitúa a su majestad por encima de la ley, sino que sólo reconoce que, dada su posición constitucional, está sometido a la jurisdicción del Tribunal Supremo de España, y sólo del Tribunal Supremo de España», dijo el letrado ante el magistrado Matthew Nicklin, quien lleva el caso en la Alta Corte londinense. 

Además, Bethlehem argumentó que la invocación de esta prebenda legal obedece al «interés público en la protección de la dignidad del soberano y los miembros más cercanos de la familia real».

Por su lado, el abogado de la acusación, Jonathan Caplan, argumentó que el demandado perdió su inmunidad en Inglaterra en 2014, cuando abdicó en favor de su hijo Felipe VI. 

AFP precisa que «la vista sobre la inmunidad se prolongará hasta el martes pero no se prevé que el juez Nicklin emita una decisión en lo inmediato».

Acoso en forma de vigilancia encubierta, amenazas y ataques a la propiedad

Zu Sayn-Wittgenstein, también conocida como Corinna Larsen, una empresaria danesa de 57 años que anteriormente había estado casada con un príncipe alemán, se hizo visible para el gran público en abril de 2012, luego del accidente que sufriera Juan Carlos I en una cacería de elefantes en Botsuana en la que ella le acompañaba. 

De acuerdo con su versión, mantuvo una relación sentimental con el exrey de España entre 2004 y 2009, aunque asegura que mantuvieron una «estrecha amistad» tiempo después de que concluyera el lazo amoroso. 

En documentos judiciales a los que tuvo acceso AFP, Larsen refiere que en el lapso en el que fueron amigos, Juan Carlos I le obsequió «obras de arte, joyas y regalos financieros», que incluyen pagos fechados en junio de 2012 por el orden de los 73 millones de dólares. 

Sin embargo, la danesa asegura que con los presentes, el exmonarca pretendía que reanudaran su relación de pareja y ,al ser rechazado, emprendió un «patrón de conducta equivalente al acoso». 

En la demanda, que aún no ha sido admitida en los tribunales ingleses, se refiere que el todavía rey de España «exigió la devolución de los regalos», fue «amenazante» y «posteriormente llevó a cabo u organizó una serie de actos de vigilancia encubierta y abierta», lo que le causó «angustia y ansiedad». 

En los documentos presentados ante la corte, Zu Sayn-Wittgenstein acusó a un «agente o asociado» de Juan Carlos I de mostrarse «amenazante» con ella y con sus hijos en una reunión que tuvo lugar el 5 de mayo de 2012 en el Hotel Connaught de Londres.

Este encuentro habría coincidido «con el allanamiento de sus apartamentos en Mónaco y en Villars, en Suiza, donde fue dejado sobre una mesa un libro sobre la muerte de la princesa Diana», sostiene la presunta agraviada, que agrega que la noche en la que descubrió el libro, recibió una llamada de «una persona desconocida» que se dirigió a ella en español. 

A esto añade diversas «entradas ilegales y daños criminales» a sus propiedades, que incluyen «la perforación de un agujero en la ventana de su dormitorio mientras dormía por la noche en su casa en Shropshire», Inglaterra, el 21 de junio de 2017 y «disparos a las cámaras de seguridad de su entrada el 14 de abril de 2020», que oportunamente denunció a la Policía británica.

Así las cosas, Corinna Larsen decidió llevar este historial ante la justicia, demandando Juan Carlos I por «daños personales», debido al «gran dolor mental, alarma, ansiedad, angustia» que le habrían causado los incidentes, de los que exsoberano se ha aprestado a distanciarse categóricamente.

Acusaciones de malversación y de blanqueo de capitales

En 2018, medios españoles hicieron públicas revelaciones que hiciera la empresaria danesa sobre presuntas malversaciones y evasiones fiscales cometidas por el entonces rey español, en las que admitió que ella misma fue usada como testaferro para las cuestionables operaciones. 

Presionada por la opinión pública, la Audiencia Nacional de España inició una investigación sobre uno de los casos, al tiempo que el Congreso de los Diputados aprobó la creación de una comisión de investigación, que los partidos derechistas afines a la monarquía y las instancias judiciales boicotearon de distintas maneras. 

No obstante, una sucesión de escándalos que implicaban al monarca emérito en blanqueo de capitales y pesquisas adelantadas por la justicia suiza, orillaron a la Fiscalía Anticorrupción del país ibérico a investigar el origen de los fondos de Juan Carlos I, al tiempo que medios españoles e internacionales, como The New York Times, publicaron extensos reportajes sobre los mecanismos que habría empleado el exrey para evadir impuestos y para forjar su fortuna. 

La insostenible situación lo obligó a exilarse en agosto de 2020 en Emiratos Árabes Unidos, una decisión que le forzó a despojarse de la inmunidad de la que gozaba en su país desde 1975, cuando recibió la jefatura del Estado de parte del dictador Francisco Franco. 

(LaIguana.TV)