“Es necesario ahora replantearse la democracia y volver a estudiar la irreconciliabilidad entre democracia y capitalismo, entender que  son principios de organización social absolutamente antagónicos, no es cierto que puedan convivir”, expresó el distinguido intelectual argentino Atilio Borón durante una entrevista con Miguel Ángel Pérez Pirela en los Jueves de filosofía de su programa Desde donde sea.

Borón expuso que a cada paso de los acontecimientos mundiales, se demuestra más y más la incompatibilidad  entre un sistema político de libertades y el modelo económico de mercado. “El capitalismo gira en torno a la riqueza, a los privilegios que ella genera, a su creación y concentración, mientras que la democracia gira en torno a la idea de la igualdad y la justicia. No se pueden conciliar, por eso el capitalismo se saca la careta y apuesta por regímenes autoritarios que de democracia conservan solo el nombre, las apariencias y los rituales”, enfatizó.

A continuación, una versión del diálogo:

Miguel Ángel Pérez Pirela (MAPP): Hoy nos complace tener con nosotros a uno de los intelectuales más importantes de Nuestra América, y quiero comenzar preguntándole por el status quo teórico-práctico de la región, la situación de las democracias nuestras en un tiempo en que están sucediendo muchas cosas en países como el reciente resultado electoral en Honduras y los que se anticipan en Brasil, Colombia.

Atilio Borón (AB): Sí, se trata de democracias que están tratando de recuperarse del injerencismo de Estados Unidos y de la Unión Europea, cuyas la conducta de esos países no se puede calificar sino de lacaya porque,  por ejemplo, han reconocido a Juan Guaidó solo porque se los ha exigido Washington. Uno puede entender que no les guste el gobierno bolivariano, que sientan antipatía por el presidente Maduro, pero de ahí a reconocer a un fantoche corrupto, a un presidente encargado por decisión del presidente de EE.UU. habla de una crisis feroz de las democracias en el mundo desarrollado. Esto era inconcebible unos años atrás. La Thatcher era la cabeza de un gobierno conservador, que reconocía a Pinochet, pero ni siquiera ella hubiera llegado tan lejos como estos bribones, reconociendo a un personaje que ha sido  cómplice de un saqueo gigantesco del patrimonio venezolano. En todo el mundo hay una crisis de la democracia y lo está demostrando la famosa Cumbre de la Democracia de Biden. Es un escándalo porque está invitada la República Bolivariana de Venezuela en la persona de Guaidó. ¿De qué democracia estamos hablando? Están invitando a Taiwán, que no es un país, sino una parte irredenta de la República Popular China, por historia y por geografía. ¿Cuál es el plan detrás de esto? Creo que se trata de pasar revista de tropas para la confrontación que se viene contra China y Rusia porque pretenden alistarnos a todos nosotros en esa batalla. Está gente está desesperada porque el imperio se les está disgregando. No han podido voltear al gobierno de Maduro, ni al de Daniel Ortega, y tienen a la Revolución Cubana resistiendo contra viento y marea. Bolivia recuperó su gobierno democrático y a eso se debe sumar la muy probable victoria de Lula y Petro en Brasil y Colombia, donde la derecha no tiene candidato. En Chile, que era el gran paradigma del cambio exitoso de la democracia, la derecha se agotó, ha tenido que recurrir a este mamarracho, este energúmeno de José Antonio Kast, rodeado por un pequeño grupo, todos nietos de alemanes refugiados, algunos de ellos oficiales de la SS. Aparece un tal Johannes Kaiser, que nació en Chile, pero tiene el nazismo en las venas. Es uno de los principales colaboradores de Kast y ha dicho que es hora de revisar la legislación que autorizó el voto de las mujeres. A ese nivel estamos.

MAPP: A Castillo tardaron un mes en reconocerle el triunfo y ahora no lo dejan gobernar…

AB: Es que cuando revisamos el concepto de democracia, vemos que, sobre todo en los países desarrollados, se ha convertido en plutocracia, un gobierno de la riqueza, por los ricos y para los ricos. Pluto era una deidad mitológica griega que era sordo y ciego y solo le interesaba el afán de lucro y era incapaz de entender lo que era una buena sociedad. En EE.UU. esto te lo dicen autores que vienen de la tradición liberal, como Jeffrey Sachs, el economista que asesoró a Sánchez de Losada en Bolivia para aplicar el programa neoliberal,y a Boris Yeltsin en Rusia. Pero es un hombre muy reflexivo, se ha hecho una autocrítica y ha dicho que en EE.UU. se acabó la democracia, que este es un país donde manda el dinero porque gana las elecciones, compra políticos, compra jueces, compra lo que sea. Ya Noam Chomsky venía hablando de plutocracia hace tiempo, y también Shledon Wolin. Y cuando esa plutocracia mira hacia el resto de América, se dice que “todo esto es nuestro, tenemos que recuperarlo” porque la América Latina se le ha ido escurriendo entre las manos gracias a dos grandes figuras de Nuestra América: el gran estratega Fidel Castro y el gran mariscal de campo que fue Hugo Chávez, una combinación única. Chávez con una capacidad de gestión, de combate, de armar la estrategia fina, y Fidel dando el gran escenario internacional. El resultado ha sido que el continente se les escapó y ahora quieren recuperarlo por la fuerza, traicionando el mismo ideal democrático que dicen encarnar.

MAPP: Están jugando a una guerra mundial porque por menos de lo que ha pasado hasta ahora, en materia de provocaciones, se dio la Primera Guerra Mundial, por ejemplo.

AB: Están jugando con fuego. Esta gente está fuera de sí, tensando la cuerda sin entender lo que está pasando en el mundo. Buena parte de la flota militar de EE.UU. está concentrada en el mar del Sur de China. Le han preguntado a Washington si hay aunque sea un navío estadounidense a menos de 5 mil kilómetros de su propio territorio y parece que no hay ni uno. En el sur de China no solo está la flota del Pacífico, sino que trasladaron parte de la flota del Mediterráneo y parte de la flota del Atlántico Sur. Están jugando con fuego. Y para completar, Biden invita a Taiwán a su cumbre, que es como si hubiese invitado a la “república del  Zulia”. Es una bofetada a China porque Taiwán es una provincia separatista. China reaccionó con mucha firmeza, pero mucha calma. Si hay algo que no van a lograr con China es sacarlos de sus casillas. Ellos reflexionan y piensan. Y algo parecido está pasando en Ucrania.

MAPP: La Colombia de esa zona…

AB: Exactamente, la Colombia de Europa, punta de lanza en contra de Rusia, un país que tienen capabilidades, como se dice en inglés, o capacidades militares muy superiores  en varias ramas a EE.UU. El país que está a la cabeza en misiles hipersónicos es Rusia, de allí el miedo que tienen los estadounidenses. Entonces, lo que es necesario ahora es replantearse la democracia y volver a estudiar la irreconciliabilidad entre democracia y capitalismo, porque son principios de organización social absolutamente antagónicos, no es cierto que puedan convivir. El capitalismo gira en torno a la riqueza, a los privilegios que ella genera, su creación y concentración, mientras que la democracia gira en torno a la idea de la igualdad y la justicia. No se pueden conciliar, por eso el capitalismo se saca la careta y apuesta por regímenes autoritarios que de democracia conservan solo el nombre, las apariencias y los rituales. Como dijo Sachs, no importa lo que decida el electorado, la política económica se fija en otra parte, no en las urnas de votación del pueblo estadounidense.

MAPP: China acaba de pasar al primer lugar como potencia económica, jugando al juego de EE.UU., al libre mercado, a la banca y las exportaciones.  EE.UU. y la UE intentan parar ese avance a punta de bloqueos, de sanciones, de provocaciones bélicas. Por otro lado, de 193 países en la ONU solo 16 apoyaron a Guaidó. El resto reconoce al gobierno legítimo de Nicolás Maduro. Ya ellos se arrogaban la comunidad internacional porque tenían el apoyo de 60, pero ahora se ha reducido a 16. El mundo multipolar ya está aquí, no es una esperanza ni un propósito.

AB: Absolutamente, es una realidad que ha adquirido una forma que EE.UU. no esperaba. Primero en relación a la capacidad económica de China, que es real, la midas como la midas (por ingreso per cápita, por paridad del poder adquisitivo, en dólares) ya es igual o levemente superior a la estadounidense. Pero hay algo más importante: que China es el principal socio comercial o financiero de 144 países, tres cuartas partes del planeta,  una hegemonía que EE.UU. nunca llegó a tener en los terrenos comercial y financiero. Esto significa que China es la locomotora de la economía mundial. Si a China le va mal, le irá mal a todo el mundo. No es que EE.UU. nos va a salvar porque no puede salvarse ni siquiera a sí mismo. Aquí funciona una especie de ley de gravitación universal: si eres el principal socio comercial y financiero de 144 países, vas a tener una influencia determinante en todos los asuntos globales. El multipolarismo, que fue vislumbrado con tanta agudeza por el comandante Chávez, ha madurado, ha coagulado en una tríada dominante en el sistema internacional. Hoy en día, países como Francia, Alemania, Gran Bretaña o España, que en el pasado tenían una gravitación importante en los asuntos internacionales, no cuentan. ¿A quién le importa lo que haya dicho Ángela Merkel sobre la crisis del Líbano, Medio Oriente o Palestina, para ni siquiera hablar de la victoria de Xiomara Castro en las elecciones de Honduras? ¿A quién le importa lo que digan Pedro Sánchez o Boris Johnson? Esos países son, como les dijo Zbigniew Brzezinski, que no era precisamente un chavista, sino un estratega conservador: viejas potencias coloniales jubiladas que ya no batean en las Grandes Ligas, sino en las ligas menores. ¿Quiénes juegan en las Grandes Ligas hoy? Pues, EE.UU. como potencia en declinación; China, cada vez con más fuerza; y Rusia. Es una mesa de tres patas en la que EE.UU. está a la defensiva y en minoría. Antes había otro modelo triangular formado por EE.UU., la UE y Japón, que es otro país que tampoco cuenta porque es la nación más endeudada del mundo, su deuda es dos veces y media su Producto Interno Bruto. Y a UE está en proceso de descomposición. A esos dos, EE.UU. los manejaba por teléfono, pero a los dos que ahora están en la mesa, no los maneja por teléfono. Muy lejos de ello porque tienen su proyecto independiente. En estos días, Foreing Affaire publicó un artículo sobre cuál es el nuevo orden mundial que tiene en su cabeza Xi Jinping. Están viendo que hay una reestructuración del sistema internacional y que no puede quedar en manos de China. Ciertamente, no quedará en manos de China, pero tampoco se hará en contra de China ni tampoco en contra de Rusia. Es un triángulo muy turbulento. Antes había tradiciones comunes y hasta una lengua común porque Japón está colonizado por el imperialismo norteamericano, religiones comunes, etcétera. Hoy en día se trata de tres países completamente diferentes: China con una tradición milenaria, en la que hasta la revolución francesa paso desapercibida, los chinos supieron de eso luego de su propia revolución, cuando oyeron a Mao hablando del tema para explicar cómo habían sido traicionados los principios de igualdad, libertad y fraternidad. Y hoy en día tampoco tienen  en China mucha idea de la tradición política occidental. Y Rusia es un país a mitad de camino entre Oriente y Occidente, tal como lo dijo un pensador conservador, Octavio Paz, que en su juventud tuvo ideas de avanzada, pero luego se le reblandeció el cerebro y se hizo muy derechoso. En uno de sus momentos más luminosos dijo que Rusia era arcaica porque no tuvo acceso a la modernización europea ni la industrialización ni la reforma protestante ni a revolución francesa. Por ello, en su concepto, Rusia tiene una impronta autoritaria. Esos son los dos países con los que debe sentarse ahora EE.UU. y no le está yendo muy bien.

MAPP: Es clave esa idea de la plutocracia de EE.UU. porque ellos hacen la guerra con el supuesto propósito de instaurar una democracia que no practican. Y el otro motor que justifica el colonialismo a nivel planetario son los derechos humanos

AB: Es un tema importante porque este viernes 10 es el Día de los Derechos Humanos y EE.UU. se ha arrogado el derecho de decidir quién respeta y quién viola los derechos humanos. Todos los años, el Departamento de Estado emite un informe sobre la situación de los derechos humanos en los demás países. Esto se basa en una legislación tal vez bienintencionada, de Jimmy Carter, para que los países que no respeten los derechos humanos no puedan recibir ayudas de EE.UU. El problema es quién define los parámetros. Por ejemplo, el informe sobre Colombia es sumamente tibio, a pesar de que es uno de los peores violadores de derechos humanos a nivel mundial. El narcogobierno colombiano está asesinando un líder social casi cada día y medio. Es una masacre interminable, un genocidio por goteo y, sin embargo, no hay problema con Colombia. Duque está invitado a la Cumbre de la Democracia, igual que Arabia Saudí, donde todavía se practica la pena de muerte por decapitación para los opositores, que se aplica a una pobre gente que estaba planteando apenas pasar a una monarquía constitucional… Todo porque son amigos de EE.UU. Es como cuando a Franklin Delano Roosevelt le preguntaron por qué apoyaba a Anastasio Somoza, si era un gran son of the bitch (hijo de puta), y él respondió que sí, es un son of the bitch, pero es nuestro son of the bitch. ¿Se violan los derechos humanos en Israel? Claro, si es una cosa espantosa, desplazando a las poblaciones originales, asesinando palestinos, teniendo en Gaza la mayor cárcel a cielo abierto del mundo, pero para EE.UU., Israel es un ejemplo de respeto a los derechos humanos. Esta gente se ha apoderado del concepto, lo ha interpretado a su manera, lo ha desnaturalizado para ponerlo al servicio del proyecto imperial. Hoy es muy importante dar esa batalla, como la que ha dado en Argentina Adolfo Pérez Esquivel, para actualizar la agenda porque ya no se puede seguir trabajando con la misma de hace 50 años. Parte de los derechos humanos hoy es tener acceso al agua limpia, que cada vez es más difícil debido a los daños que causa el ambiente la voracidad capitalista. Hay una isla de desechos plásticos en medio del Pacífico, que tiene ya casi dos millones de kilómetros cuadrados, las dos terceras partes de Argentina, producto de la devastación capitalista. El derecho humano es también el de un mundo menos contaminado y no solo para las generaciones actuales, sino para las futuras. Esa no es la agenda de derechos humanos de EE.UU. porque es muy acotada y la utilizan arbitrariamente, según su conveniencia, al punto de llegar a decir que se violan los derechos humanos en Venezuela y no en Colombia. ¡Por favor! A Nicaragua la han acusado de todo, incluso de tener mucha violencia criminal, pero resulta que la tasa de homicidios por cien mil habitantes es de 8, mientras en El Salvador es de 63, pero para EE.UU. el problema está en Nicaragua, por la “dictadura”, Daniel Ortega, Rosarito…  y no en El Salvador que tiene ocho veces más  el nivel de asesinatos.  Allí se aplica aquello de “dictadura y doble estándar” de la que fue embajadora de Ronald Reagan en la ONU, Jeane Kirpatrick. Ella abiertamente decía que no se podía medir a todos los países con la misa vara. Los amigos de EE.UU., aunque tengan regímenes autoritarios, deben ser apoyados porque sabemos que en algún momento evolucionarán hacia una democracia pluralista liberal, mientras los otros son dictaduras que hay que combatir por todos los medios. Hoy no lo dicen, pero lo aplican igual estos demócratas  de opereta como Blinken o Kamala Harris.

MAPP: Hablemos de la integración de Nuestra América. Vimos a López Obrador mandando al carajo a la OEA. Previamente, en tiempos de Chávez, Lula, Kirchner, Evo, Pepe, se logró crear una red de integración muy potente, pero al parecer nos dormimos en los laureles y salieron los gobiernos de derecha, teleguiados por EE.UU. para crear conceptos paralelos de integración.

AB: Los libertadores, Miranda, Bolívar, Martí estaban claros en que el proceso de liberación era continental o no. Por eso San Martín va a apoyar la independencia de Chile y luego se mete en el corazón nada menos que el virreinato del Perú. Tanto él como Bolívar tenían una concepción clara de que había que dar la lucha de las ideas. Bolívar le pide a Petión que le mande armas, pero también una imprenta porque sabe que le va a ser más útil incluso que los cañones. Decía que más nos oprimen por nuestra ignorancia y por nuestras supersticiones que por la fuerza. Eso sigue siendo así hoy. Entre otras cosas, esas ideas de Bolívar, San Martín y Martí tenía el eje de la integración, y EE.UU. también sabía eso y por eso trabajó y trabaja para fomentar la desintegración de los países del sur. Han sido muy astutos fomentando las discordias, el chauvinismo, las disputas territoriales. Los gobiernos de Piñera, Macri, Uribe, Duque y otros se dedicaron a sabotear a la Unasur tan pronto mostró signos de debilidad, luego de la muerte del comandante Chávez y cumpliendo las órdenes del imperio. En los 80, por iniciativa de Raúl Alfonsín, se empezó a formar un club de países deudores, ya que en EE.UU., en el Chase Manhattan Bank se había formado un club de acreedores con un funcionario de alto nivel dedicado a tiempo completo a estudiar la mejor forma de sacarle hasta el último recurso a los deudores. No encontró aliados porque lo que había en América Latina era dictaduras militares y gobiernos de derecha radical. EE.UU. amenazó a Alfonsín con un trato más brutal y exigió a todos que negociaran sobre bases individuales su deuda. Otro dato sobre esto: en 1948, cuando la Asamblea General de la ONU aprobó la creación de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), EE.UU. votó en contra porque no acepta nada que pueda significar coordinación, encuentro, unión, ámbito común. Los países de América Latina deben estar siempre separados para que ellos puedan dominarlos. Solo Hugo Chávez, con su liderazgo, logró romper esa política y que hasta un granuja y narco como Álvaro Uribe se viera obligado a sumarse a los nuevos proyectos de integración.  Ahora tenemos que retomar ese proceso, con López Obrador, con Maduro, con Díaz-Canel, con Alberto Fernández (con muchas dificultades porque este es un gobierno muy asediado) y con los cambios que vendrán en Honduras y probablemente en Chile.

MAPP: Te voy a leer una cita de alguien a quien tú admiras para preguntarte por otro al que no precisamente aprecias. “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”, Bertolt Brecht. La cita es para hablar de Mario Vargas Llosa, sobre tu libro El hechicero de la tribu, un documento teórico y ético muy importante, una crítica estructural que solo un intelectual de tu talla podía hacer.  Una crítica necesaria porque después de la muerte de Chávez, del encarcelamiento de Lula y de otros acontecimientos, muchos latinoamericanos han dudado acerca de si la ruta progresista es viable o hay que entregarse al neoliberalismo.

AB: Este libro es una respuesta puntual a otro de Vargas Llosa, que como tú lo has dicho, es uno de los grandes escritores de las letras españolas. Sus novelas son formidables, pero sus opiniones políticas son deleznables. En ese libro, de 2018, titulado La llamada de la tribu, plantea que las sociedades que vuelven a los principios primordiales de la colectividad, de la tribu, nunca va a poder progresar porque lo que ha desarrollado al mundo es la ambición individual, el deseo de sobresalir. Y para sostener esta tesis desnaturaliza por completo a Adam Smith, tanto que si viviera hoy pediría un juicio penal contra Vargas Llosa, a Raymond Aron, a Von Hayett, a Isaiah Berlin, a Karl Popper a Jean Francois Revel. La tesis central es que liberalismo económico de mercado y democracia son las dos caras de una moneda y que si quieres tener democracia debes tener liberalismo económico. Es la misma tesis de EE.UU. la UE y el Banco Mundial. Lo que yo hice fue una réplica a todo eso. Aparte de ese libro, cuyos derechos cedí a Monte Ávila, escribí otro titulado El sueño del marqués (Vargas Llosa, una pluma al servicio del imperio) que es una respuesta a los trabajos periodísticos de Vargas Llosa, en los que no se ahorra epítetos contra Chávez, Maduro, Evo, Cristina y todos los dirigentes progresistas de la región.

MAPP: Se vendió mucho en la Feria del Libro de Venezuela y pudimos ver fotos muy hermosas de jóvenes mostrándolo orgullosamente…

AB: Quedé muy conmovido con esas fotos y con muchas ganas de seguir escribiendo. Es importante comentar el trabajo de Vargas Llosa porque es el principal propagandista a escala mundial en contra de los gobiernos progresistas de América Latina. Sus artículos de publican en más de 300 periódicos de América Latina, el Caribe, Europa y el resto del planeta. Fija la opinión sobre qué clase de gobierno es el de Maduro, el de Evo Morales, etcétera. Su influencia cultural es inmensa y va asociada a un enorme poder económico porque detrás de él hay una chorrera de dinero que viene fundamentalmente de EE.UU. y que es manejada en España por el bandido José María Aznar a través de la Fundación de Altos Estudios Sociales (FAES) y que financia periódicos, ONG y liderazgos políticos contrarios a los procesos de autodeterminación nacional. Vargas Llosa es un fenómeno interesante en sí mismo. En su última novela, Tiempos recios, extraordinaria, relata la historia del presidente guatemalteco Jacobo Árbenz, y cuenta cómo llegó al poder, cómo quiso hacer una reforma agraria, cómo de movilizaron las fuerzas del mal, más dentro de EE.UU. que de Guatemala, cómo la CIA organizó una contrarrevolución, financió y preparó el derrocamiento y cómo incluso mataron al funcionario de la CIA que organizó todo porque -y el canalla de Vargas Llosa lo dice- “la CIA no deja cabos sueltos”. Ahora, ¿cómo es posible que alguien que cuenta todo eso, salga luego a hacer declaraciones insultantes en contra de López Obrador o en contra de Maduro? Es un personaje perverso, diabólico. Alguien que sabe cómo actúa la CIA, lo plasma en sus novelas,  y luego, en sus análisis políticos juega en contra de aquello que pone en la boca de sus más importantes personajes. En sus novelas, los personajes son gente que quiere un mundo mejor y lucha por eso con las armas o con las ideas. Pero en la práctica, el muy canalla toma partido por los opresores y se olvida de sus héroes de sus novelas. Por eso he decidido estudiarlo y combatirlo.

MAPP: Dicen en Buenos Aires que no lo dejas dormir…

AB: Parece que le molestan mucho mis libros. Los han sacado de algunas ferias del libro. Había intenciones de fomentar un debate de altura, serio, en la Casa de América en España. Se lo propusieron y ni siquiera contestó. En la Feria del Libro de Guadalajara me sacaron del juego porque sus agentes literarios convencieron a los organizadores de que era una incongruencia que la feria se dedicara a Vargas Llosa e incluyeran un libro crítico contra él. No quiere discutir. Habla de democracia y de diálogo, pero no quiere saber nada del debate.  Sabe que sus ideas son débiles y por eso no quiere debatir.

MAPP: Está muy activo con los cursos 2.0. Háblanos de eso porque el público de Desde donde sea le interesa mucho.

AB: En la plataforma www.atilioboron.com.ar están mis papers, artículos de opinión, entrevistas y cursos. En este momento tenemos uno de derechos humanos con uno de los máximos especialistas en el tema, José Schulman. Hay otro sobre el lawfare, dictado por la especialista  Silvina Romano, en el que se explica la manera como están utilizando el poder judicial para sacar de la cancha a gente como Lula, Evo, Cristina, Mel Zelaya. Hay otro curso sobre el mundo después del covid-19, que yo dicto. Reflexiono como las nuevas tecnologías que hemos tenido que aprender a dominar potencian también la capacidad de los actores insurgentes para dialogar y articular esfuerzos. Hay cursos sobre la actualidad internacional y sobre los ciclos progresistas. Solicitamos una módica suma, muy inferior a la que se paga por cualquier otro curso similar y no solo damos las clases sino que aportamos materiales muy buenos. Yo me meto mucho en el tema de investigación de fuentes originales y damos un bonus track cada quince días, en el que yo converso con los participantes sobre algún tema del momento. El otro día hicimos uno sobre estas cinco elecciones que hubo en noviembre en América Latina. Somos bastante buenos para difundir y bastante malos para recaudar.

MAPP: Se parecen a laiguana.tv

AB: Bueno, tenemos un maravilloso equipo de voluntarios que no necesitan mucho para contribuir.

MAPP: Para finaliza, ¿cuál es el secreto de la fuente de la juventud porque cada vez que lo veo está usted más joven?

AB: No es un secreto, en verdad. Sobre el tema del paso de los años hay reflexiones muy interesantes, como Norberto Bobbio, Cicerón había escrito algo hace dos mil años. Un poco la idea central es tener proyectos: escribir un libro, organizar cursos, conferencias, no quedarse ensimismado, sino salir al mundo con ánimo de pelear, con la convicción de que el mundo debe cambiar. Dar la batalla contra el capitalismo no digo que sea una fuente de juvencia, pero sí de permanencia. Sabemos que es un combate muy desigual, sabemos que mucha gente se jugó la vida, que puso su vida al servicio de esto. Chávez, Fidel, Sandino pusieron sus vida en esto, y nosotros, los que no empuñamos armas, estamos obligados a librar esta gran pelea que tanto necesita América Latina y los pueblos de Nuestra América para su autoemancipación.

MAPP: Maestro, muchas gracias, eres un referente de lucha, batalla y victoria.

(LaIguana.TV)