El investigador principal del Instituto de Actividad Nerviosa de la Academia de Ciencias de Rusia Semión Golosheikin explicó a Sputnik que aunque todavía no existen métodos eficaces para el tratamiento de la demencia, sí hay formas de prevenir la aparición de esta enfermedad.
 
La demencia es un síndrome en el que se produce un deterioro progresivo de las funciones cognitivas, la persona gradualmente pierde la capacidad de pensar, recordar y orientarse en el espacio y el tiempo. Según Golosheikin, las causas pueden variar desde enfermedades neurodegenerativas, lesiones infecciosas o traumatismos cerebrales hasta trastornos metabólicos y ciertas deficiencias vitamínicas.
 
Añadió que son dos los tipos de demencia que son más comunes:
 

-La atrófica, causada, por ejemplo, por la enfermedad de Alzheimer.

 

-La vascular, asociada a la aterosclerosis de los vasos cerebrales.

 
El científico también enumeró los factores de salud y hábitos que aumentan el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
 
«Entre ellos se encuentran la hipertensión, la diabetes, el colesterol elevado, la obesidad, la depresión y el alcoholismo. A nivel de comportamiento, factores como el aislamiento social y la falta de actividad cognitiva pueden tener su rol. En cuanto a los malos hábitos, el tabaquismo, el abuso del alcohol, los patrones y la composición de la dieta poco saludables y probablemente, un estilo de vida sedentario, tienen diversos grados de evidencia», dijo Golosheikin.
 
Los primeros síntomas de la enfermedad empiezan a manifestarse en la etapa de predemencia, aunque es difícil de diagnosticar porque, según Golosheikin, a menudo son confundidos con síntomas de envejecimiento normal o con una reacción al estrés.
 
«Un signo de futura demencia puede ser el olvido. Además de la alteración de la memoria más destacada, existe una serie de alteraciones cognitivas moderadas, como la incapacidad de concentración, la planificación y la reducción del pensamiento abstracto. Existe un debate sobre si la pérdida de audición puede ser tanto una manifestación temprana de la enfermedad de Alzheimer como uno de sus factores de riesgo», advirtió.
 
Todavía no hay tratamientos eficaces para la demencia, por lo tanto, lo único que se puede hacer es tomar medidas para prevenirla.
 

«Hay estudios que demuestran un menor riesgo de enfermedad en las personas que hablan dos o más idiomas. Se da gran importancia a un nivel adecuado de interacción social. Existen recomendaciones para el uso de diversos suplementos dietéticos, pero su eficacia y adecuación siguen siendo objeto de debate en la comunidad científica. Mi preferencia personal es recomendar la práctica de la meditación», concluyó Semión Golosheikin.

 
(Sputnik)