Rob y Marcela Wild estaban admirando el árbol que habían decorado junto con sus hijos, Edward, de 11 años, y Sahara, de seis, cuando vieron una serpiente escondida entre las guirnaldas en su casa en Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.

El reptil que encontraron es la serpiente más venenosa del país por delante de la mamba y la cobra, y una mordedura podría resultar fatal sin tratamiento.

Rob, de 55 años, explicó a Mirror: «Acabábamos de decorar el árbol y los niños estaban poniendo los regalos debajo antes de encender las luces. Estábamos admirando nuestro trabajo cuando mi esposa Marcela señaló a nuestros dos gatos que miraban fijamente el árbol y pensamos que podría haber un ratón».

Pero no era un ratón lo que se escondía tras los adornos: «Marcela fue a echar un vistazo, movió el adorno y vio una cabeza de serpiente mirándola directamente. Ella gritó y todos nos echamos para atrás».

La serpiente que tenían en casa era una boomslang, también conocida como serpiente arborícola. «No sabía lo que era en ese momento, pero luego busqué en Google qué serpientes hay en nuestra zona y rápidamente apareció una boomslang. Pensé: ‘Santo cielo, esta es la reina de todas las serpientes venenosas'».

La boomslang es conocida por ser una especie tímida, pero es una de las más venenosas de África. Su veneno provoca hemorragias y puede ser mortal para los humanos en pequeñas cantidades.

La familia llamó a un experto cazador de serpientes, Gerrie Heyns, que les dijo que se mantuvieran alejados del árbol hasta que él fuera. Cuando llegó más tarde les confirmó que era una boomslang hembra que medía entre 1,3 metros y 1,5 metros de largo.

«La serpiente permaneció en el árbol durante dos horas hasta que llegué», dijo Heyns. Utilizó «pinzas para serpientes» para colocarla en el suelo, donde era «más fácil de manejar», añadió. «Una vez que la tuve bajo control, la familia se acercó a ver la serpiente. No intentó morder ni ponerse a la defensiva porque no le di ninguna razón para hacerlo».

El cazador se llevó el reptil a casa, donde lo alojó temporalmente en un recinto para serpientes antes de liberarlo de nuevo en la naturaleza al día siguiente.

(ABC)