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Las autoridades panameñas y la Guardia Civil española informaron este viernes que no descartan nuevas detenciones en la supuesta trama de blanqueo de capitales en la que están involucrados los dos países y a Venezuela, y por la que están arrestadas 12 personas.

 

“Es una investigación que se está iniciando, no queremos decir con ello que en el futuro no existan más personas a las que les formulemos cargos por esta actividad delictiva”, dijo el fiscal contra el crimen organizado de Panamá, Nahaniel Murgas.

 

En la “Operación Raspado”, llevada conjuntamente por las policías de ambos países, los agentes detuvieron el jueves a nueve personas en España y tres en Panamá, la mayoría de origen español.

 

Murgas precisó este viernes en la capital panameña que los detenidos en este país son un español y dos venezolanos.

 

A todos los detenidos se les acusa de pertenecer a una organización delictiva dirigida desde España que se dedicaba a blanquear dinero y falsificar documentos mercantiles aprovechando el sistema de la asignación de divisas del Gobierno de Venezuela para viajar al extranjero.

 

En Venezuela existe desde 2003 un sistema de control de cambio que restringe el acceso a divisas, adquiribles únicamente tras autorizaciones de varios entes, uno de ellos Cadivi, reemplazado en el 2014 por el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex).

 

“Alguien de la organización (delictiva) capta venezolanos que se prestan a dejar sus tarjetas de crédito para luego ser raspadas (pasadas) aquí en Panamá. El beneficio que tiene el venezolano es el cambio de la divisa”, explicó el capitán de la Guardia Civil española, Borja Pastor, desplazado a Panamá para esta operación.

 

Las restricciones en el acceso a las divisas en Venezuela ha generado un mercado negro en donde se multiplica el valor de la misma con respecto al cambio oficial.

 

La organización criminal, que utilizaba testaferros, había creado un entramado empresarial para abrir multitud de cuentas bancarias con la finalidad de proveerse de datáfonos (puntos de venta) de bancos españoles, que posteriormente trasladaban a Panamá.

 

La red utilizaba los datáfonos para realizar un “raspado de tarjetas Cadivi”.

 

Las autoridades españolas explicaron hoy viernes en Madrid que la red desmantelada, a través de los datáfonos en su poder, realizaba operaciones ficticias, cargando gastos a tarjetas de los ciudadanos venezolanos.

 

De esta manera, los propietarios de las tarjetas obtenían los justificantes falsos que, a su ficticio regreso del viaje, entregaban como justificante de haberse desplazado al extranjero.

 

Así, tanto la red como los propietarios de las tarjetas conseguían grandes beneficios, ya que, una vez justificados los gastos a cambio de una comisión, el propietario de la tarjeta percibía los dólares que podía cambiar en el mercado negro.

 

“La organización de españoles asentada en Panamá y en España lo que hace es blanquear dinero a los venezolanos que han obtenido” divisas a través del control cambiario de su país para viajar al extranjero, explicó el capitán Pastor a Efe.

 

Se cree que la red llevaba operando en Panamá desde 2010 y que podría haber blanqueado “millones y millones” de dólares.

 

En el país centroamericano se decomisaron cerca de 80.000 dólares en efectivo y multitud de tarjetas de crédito, así como una decena de datáfonos.

 

La Guardia Civil española informó este viernes en Madrid que en la “Operación Raspado” los agentes realizaron diez registros en cuatro ciudades españolas (Córdoba, Zaragoza, Málaga y Madrid), en los que intervinieron documentación relacionada con los delitos investigados y 11.500 euros (12.765 dólares) en efectivo.

 

(EFE)