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Muchos son los venezolanos que se encuentran con una textura y consistencia distintas e inusuales de alimentos que se vienen de otros países, con el fin de hacer frente a la Guerra Económica que grandes empresarios gestan sobre el país.

 

A la harina de maíz proveniente de México que llega a la población de Venezuela dentro de las llamadas “cajas mexicanas” que distribuyen a precios justos el Comité Local de Abastecimiento (Clap), los venezolanos parecen haberle dado un uso más al habitual y es que con la misma, han logrado hacer panquecas (las mismas que originalmente se logran con harina de trigo, o avena).

 

Los pasos son sencillos:

 

1-      En una porción de agua según la cantidad que estime hacer, usted mezclara de a poco y sostenido el contenido de la harina mexicana hasta que la misma quede en consistencia cremosa.

 

2-      Colocar una pizca de sal.

 

3-      Cucharadas de azúcar al gusto (la mezcla debe quedar ligeramente dulce).

 

4-      Colocar un huevo (opcional, se sorprenderá si no lo coloca, pues quedarán igual de buenas).

 

5-      Colocar una o dos cucharadas de leches, según la cantidad de la mezcla. (Esta también es opcional… seguirá sorprendiéndose).

 

Puede agregar de igual manera opcional, avena y afrecho, para nutrir más la mezcla. Siguen quedando bien buenas, sino se la hecha: verá.

 

Ahora bien, como suele ser el procedimiento habitual de hacer panquecas, engrase ligeramente una sartén y coloque una porción de la mezcla. Si esta se le ha espesado, aliviane la misma con otro tanto de agua. Vuelta y vuelta, y presto.

 

La llegada de pastas, harinas de maíz refinadas, harinas de trigo procesadas, enlatados, muchas veces chocan con la cultura gastronómica del venezolano, acostumbrado a muchos años a un solo tipo (hegemónico en el caso de la harina pan). La llegada de una textura distinta como es la harina mexicana, utilizada para hacer tortillas en este país, ha encontrado en la mesa venezolana no solo espacio en la tradicional arepa, sino en las panquecas.

 

Otro dato: las tradicionales arepitas dulces del sur (Guayana) de Venezuela quedan “impelables” con esta harina mexicana. (Espere pronto la receta)

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