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Si hay algo que se ha vuelto típico en los afectos a la derecha venezolana, es que a cada anuncio que hace el presidente Nicolás Maduro o algún funcionario del Gobierno inmediatamente surgen las críticas y las burlas hacia los posibles beneficiarios. En esta oportunidad no fue diferente. Luego de que el mandatario nacional informara sobre el otorgamiento de un bono especial a las mujeres embarazada como medida de protección a la familia y que estas puedan sortear la guerra económica, se desató una campaña de violencia psicológica y machista contra este sector poblacional.

 

Estos tuits son una pequeña muestra de la burla irracional y desmedida contra nuestras mujeres, a quienes catalogan de prostitutas al expresar que se embarazarán a propósito y serán las culpables de generar mayor pobreza. Con expresiones como «es mejor abrir las piernas que estudiar», o insinuar que la mujer venezolana es floja e interesada y buscará un embarazo para recibir un bono mensual son producto de un pensamiento patriarcal violento y machista enquistado por los anteriores gobiernos de la derecha en el imaginario colectivo del venezolano.

 

La medida del bono de 700 mil bolívares por cada mes de embarazo y un millón el mismo día del parto, tiene como propósito amparar a un sector de la población vulnerable por estar gestando el futuro de la Patria en medio de la crisis económica que aqueja al país. 

 

Avanzar hacia una sociedad que considere la importancia de la gestación y la crianza como forma de cambiar el mundo no es algo nuevo, en países como Finlandia y Suecia, se les otorga a las futuras mamás un salario completo durante cinco años. En la Libia de Muamar el Gadafi, se aplicaban políticas de protección similares que lo que buscan es fortalecer a la familia y el vínculo madre e hijo que generarán a futuro lo que el Comandante Hugo Chávez llamó el hombre nuevo.

 

(LaIguana.TV)

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