Esta semana una desconocida youtuber venezolana, cuyo nombre en la 2.0 es Ruthiell, y que cuenta con una “vasta legión” conformada por 140 seguidores en su canal, puso en evidencia el daño causado por la derecha venezolana a sus jóvenes, al inocular un ideal segregacionista, consumista y de menosprecio a todo lo que no entre dentro del patrón del fenotipo caucásico.
Esta mujer autocalificada como «librepensadora» y residenciada en Portugal, logró su cometido: fue viral –aunque de manera muy negativa- al colgar un video en en cual tildó a los peruanos de “ratones de laboratorio” e “indígenas con peinados asiáticos”. Además, los conminó a estar agradecidos por la presencia de venezolanos y venezolanas en sus tierras, porque así podrán “mejorar la raza”.
Todo esto que vomitó en su clip no es más que una muestra de esa herencia de supremacía racial muy acorde a lo dicho hace unos meses por una representante de la derecha, como lo es Diana D´Agostino, esposa de Henry Ramos Allup. Ella aseguró que las mujeres chavistas se caracterizaban por ser “desarregladas, sucias y sin maquillaje”. A esto le sumó que «todo lo que tengo me lo ha dado mi marido».
Ambas están en la misma línea: reforzar por todos los medios los estereotipos de género, belleza, y supremacía a fin de preservar la dominación de un agonizante estamento económico, político y social.
(LaIguana.TV)
¿Ya olvidaron a la Barbie anciana de Diana D’Agostino asegurando que las mujeres más bellas del país estaban en la derecha venezolana? https://t.co/ABWWkDpEOh
— Misión Verdad (@Mision_Verdad) 16 de febrero de 2018
