Un nuevo escándalo de corrupción salpica a la presidencia del mandatario colombiano, Iván Duque. En esta ocasión, su jefa de Gabinete –considerada la segunda persona más influyente de la administración–, María Paula Correa, en 2019 contrató como asesor de la Presidencia de la República a Andrés Mayorquín, un hombre que utilizó su posición para favorecer la contratación de su cónyuge en asesorías de alto nivel
 
Según reveló una investigación de Blu Radio, Mayorquín, un abogado bogotano inicialmente adscrito a la Consejería de Asuntos Políticos, subió inesperadamente de escalón, cuando esa instancia desapareció de la estructura burocrática y acabó encargándose de «hacer seguimiento del proceso legislativo, del comportamiento de los congresistas y del curso de los proyectos que más le interesan al gobierno». 
 
En pocas palabras, este exfuncionario se ocupaba «de articular y velar por los intereses del gobierno en el Congreso», pero compartía al menos una parte sustancial de la información privilegiada a la que tenía acceso con su esposa, Karen Liseth Váquiro.
 
Esto derivó en que, desde marzo de 2020, ella obtuviera 24 contratos con «más de quince entidades del Estado», cuyo monto global asciende a unos 312.737 dólares, sostiene el medio colombiano. 
 
De otro lado, en el reporte se destaca que antes de obtener esos contratos públicos de alto nivel, Váquiro apenas podía exhibir una experiencia laboral de 20 meses como jefa de oficina de una entidad bancaria en Bogotá y siete meses como gerente de la compañía Link Consultores, de la cual ella y Mayorquín son fundadores y representantes legales. 
 
Además, Blu Radio apunta que al revisar «el objeto de varios de sus contratos es evidente que las obligaciones e intereses laborales de la señora Váquiro orbitan alrededor del Congreso en donde su esposo, el abogado Mayorquín, se mueve en representación del gobierno», denuncias que fueron acompañadas con la correspondiente documentación.
 
El rasgo que tienen en común todos los contratos que consiguió la economista, es que requerían «de una persona que debía conocer (…) el quehacer legislativo y su trámite en las comisiones», puntualiza la investigación periodística. De allí que se estime que el rol del exasesor –fue removido de su cargo el pasado 11 de enero, tras la divulgación de la trama– fue principal y no secundario, pues contaba con acceso a información de alto nivel y poseía contactos que muy pocos contratistas tendrían por sí mismos.  
 
Por otra parte, Blu Radio resalta que en las contrataciones que obtuvo Váquiro, se hizo caso omiso del «evidente conflicto de interés entre los trabajos de la pareja», que incluso en dos de los contratos suscritos, implicó la comisión de un delito.
 
En este orden de ideas, se precisa que la legislación de Colombia en la materia prohíbe explícitamente que «el cónyuge compañero o compañera permanente del servidor público en los niveles directivo, asesor, ejecutivo, o de un miembro de la junta o consejo directivo, o de quien ejerza funciones de control interno o de control fiscal» participen en licitaciones. 
 
Además, se presume que con el propósito de eludir la ley, la mujer negó devengar ingresos de manera privada y aseguró que no tenía cónyuge o compañero permanente, aun cuando está legalmente casada con el exasesor presidencial, que según la prensa local, es cercano a Duque. 
 
«Lo más delicado de esta prematura y exitosa carrera como contratista es la cuestión de la idoneidad. Hablamos de más de 1.200 millones de pesos –más de 310.000 dólares– con 16 entidades distintas del Estado. Fondos que tienen una cadena de vigilancia y orden de gasto con muchos funcionarios en medio. Decenas de personas avalaron la contratación de alguien que no cuenta con experiencia en el sector público para realizar una multiplicidad de tareas que escapan de su resorte profesional», advierte Blu Radio.
 
Se revela el modus operandi de Marroquín
 
La pesadilla de la pareja Marroquín-Váquiro está lejos de terminar. Este jueves, William Dou, alcalde de Cartagena, divulgó mensajes privados que recibiera de Andrés Marroquín, que era el encargado de hacer lobby en favor de su esposa. 
 
«Yo a este señor ya lo tenía fichado. Busqué en mi WhatsApp y encontré unas perlas de mensajes que quiero compartir con ustedes para que cada uno llegue a su propia conclusión», dijo Dou en un video publicado en sus redes sociales reseñado ampliamente por los medios colombianos. 
 
En un mensaje fechado el 17 de enero de 2021 y cuya captura de pantalla compartió el burgomaestre cartagenero se lee: «Estimado alcalde! Un saludo! Me comentan que estás en busca de un apoyo a seguimiento de temas legislativos de Congreso de la República aquí en Bogotá (enlace)! No sé si es cierto y si podría sugerirte a alguien? Mi esposa ha trabajado en esto y puede serte de ayuda a lo mejor!(sic)».
 
No habría sido la primera vez que Marroquín intentó conseguir los favores de Dou para que su esposa se hiciera con un contrato. Según refirió, en septiembre de 2020 el exasesor, empleando la misma táctica de una supuesta búsqueda de personal calificado, intentó promocionar indirectamente a Karen Váquiro, reseña El Espectador. 
 
Entretanto, la jefa del Gabinete de Duque, María Paula Correa, considerada como la «mano derecha» del gobernante, negó conocer a Váquiro y defendió que Andrés Marroquín llegó a la Casa de Nariño después de ser un personaje ampliamente conocido en los predios del Congreso. 
 
De su parte, Víctor Muñoz, director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre), afirmó que «una vez llegaron las denuncias, iniciaron las investigaciones».
 
(LaIguana.TV)