La toma de rehenes en una sinagoga que durante varias horas ha mantenido en vilo a Texas ha terminado con la liberación de todos los rehenes sanos y salvos y con la muerte del sospechoso, que aparentemente pedía la liberación de una terrorista, indicaron el gobernador y la Policía.

Tras unas 10 horas de negociaciones, Abbott dijo en Twitter que «todos los rehenes están vivos y a salvo» a las 21.30 (03.30 GMT del domingo). El secuestrador fue abatido, informó la Policía de la localidad texana de Colleyville en donde ocurrió el incidente.

Periodistas en el lugar informaron de una fuerte explosión y disparos en la sinagoga justo antes de que el gobernador anunciara el desenlace. Un rehén había sido liberado ileso unas horas antes. No estaba claro cuántos en total habían sido retenidos.

«El equipo de rescate de rehenes irrumpió en la sinagoga», dijo el jefe de la policía de Colleyville, Michael Miller, en una conferencia de prensa. «El sospechoso está muerto», añadió.

Con informes de que el muy querido rabino de la sinagoga estaba entre los rehenes, el incidente provocó una gran preocupación de las organizaciones judías de los Estados Unidos, así como del gobierno de Israel. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha celebrado a través de un comunicado la liberación de los rehenes de la sinagoga de Texas y dijo que, a la espera de recibir más pistas sobre la motivación del secuestrador, es necesario denunciar «el antisemitismo y el aumento del extremismo» en Estados Unidos.

La Policía fue alertada de una emergencia el sábado por la mañana en la Congregación Beth Israel en Colleyville, a unos 40 kilómetros (25 millas) al oeste de Dallas, y rápidamente circularon informes de que se trataba de un secuestro.

La cadena ABC News informó que el secuestrador estaba armado y decía tener bombas en varios lugares. Citando a un alto funcionario, ABC reportó que el hombre decía ser hermano de Aafia Siddiqui, una mujer apodada «Lady Qaeda» por los diarios estadounidenses, y exigía que fuera liberada de la cárcel.

Otros expertos indicaron, sin embargo, que la palabra que el hombre expresó en árabe pudo ser empleada en sentido figurado y quiso decir «hermana» de la fe islámica. Siddiqui está recluida en la prisión del Centro Médico Federal (FMC) en Fort Worth, Texas.

Una transmisión en vivo de la página de Facebook de la congregación durante el servicio matinal del sabbat parecía capturar en el audio la voz de una persona hablando en voz muy alta. Sin embargo, no mostraba la escena en el interior del centro religioso.

En la transmisión podía escucharse a un hombre diciendo: «Pon a mi hermana al teléfono» y «voy a morir». También decía: «Hay algo mal con Estados Unidos».

Plegarias

Durante el secuestro, el gobernador Greg Abbott describió la situación como «tensa». El diario The Dallas Morning News reportó que la policía estaba negociando con un captor de rehenes pero, citando a la agente de policía Dara Nelson, indicó que aun no estaba claro cuántas personas están cautivas.

El primer ministro israelí, Naftali Bennett, dijo que su gobierno estaba «supervisando de cerca» la situación. «Rezamos por la seguridad de los rehenes y rescatistas», tuiteó.

El cónsul de Israel en Houston se dirigía al lugar, tuiteó el ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid. El congresista del estado de Texas Colin Allred envió un mensaje de apoyo diciendo que «oraba por los congregantes en Colleyville».
 

«Nadie debería temer que algo así pueda ocurrir en su lugar de culto», tuiteó. El alcalde de Dallas, Eric Johnson, dijo que la policía estaba desplegando patrullas adicionales en las sinagogas de esa ciudad y en otros sitios.

(el mundo.es)