En un recorrido por el centro de Caracas realizado este 4 de febrero, la periodista Mirelvis Gutiérrez conversó con capitalinos acerca de la situación de los servicios públicos en la capital, que como en otros sitios del país, presentan deficiencias. 

Asael Galarraga, quien reside en el populoso sector de Catia, aseguró que la electricidad es «bastante estable» y tachó el abastecimiento de agua potable y la recolección de desechos sólidos como un «desastre». 

Sin embargo, a su parecer el problema más acuciante en esa zona de la ciudad es la distribución de gas doméstico, pues la periodicidad de venta establecida por las autoridades –30 días– resulta insuficiente para quienes poseen una o dos bombonas. 

«Cuando una persona tiene una sola bombona o dos bombonas y se acaba en 15 días, ya queda crítica la situación. De resto, [hay] que esperar a que el camión del gas llegue o los que tenemos terreno, en fogón», detalló. 

Galarraga dijo a Gutiérrez que estas dificultades podrían solventarse si se establecieran mecanismos de supervisión que no dependan de la presencia de un funcionario en particular y acusó que no hay instancias en las cuales interponer reclamos por las insuficiencias. 

Por su lado, Lexa Margarita Noguera, quien vive en la parroquia 23 de Enero, afirmó categóricamente ante las cámaras de LaIguana.TV que el problema principal de su comunidad asociado a los servicios públicos es la falta agua. 

Esta ciudadana relató que es habitual que el vital líquido circule por los caños una vez a la semana, lo que obliga a los pobladores a llenar prácticamente todo recipiente para lidiar con la carencia y atender las necesidades más urgentes, que en su criterio son la limpieza de los sanitarios y el baño diario. 

En relación con los efectos de la falta de agua, señaló que esta carencia perjudica la atención apropiada de niños y dificulta labores como la cocina. «Los baños que es lo primordial de la casa, eso se pone horrible cuando no hay agua», reiteró. 

Luis Cuica, un habitante de El Guarataro, en las cercanías de la Avenida San Martín, coincidió con lo dicho Noguera, pues los residentes de ese sector popular apenas disponen de agua corriente dos días a la semana. 

En general, explicó, el agua es surtida durante el fin de semana y el resto del tiempo amainan su falta cargándola de unos tanques comunitarios, que no siempre son suficientes para cubrir las carencias. 

«Ha habido semanas que realmente hemos estado sin agua», aseveró, lo que les ha obligado a tener que buscarla «en otros lugares». 

Y si bien Cuica sostuvo que la electricidad era estable en la zona, el servicio de aseo urbano peca exactamente de lo opuesto: los horarios son azarosos y eso contribuye a la acumulación de desechos. «Hay reglamentos de la alcaldía, pero parece que no se cumplen», agregó. 

(LaIguana.TV)