A sus 11 años, Jody Plauché fue secuestrado por su profesor de kárate, Jeffred Doucet. El hombre lo llevó a un motel ubicado en California donde abusó de él. En un descuido del agresor, el menor logró llamar a su madre y logró ser rescatado. Todo ocurrió en 1984.
Tras el rescate de Jody, el profesor que tenía 25 años fue detenido y trasladado por las autoridades en avión hasta Luisiana. Al llegar al aeropuerto, fue entregado en custodia de la Policía frente a las cámaras de canal local de televisión WBRZ-TV, las cuales registraron el crimen.
Y es que Gary Plauché, el padre de Jody, estaba esperando en el aeropuerto la llegada del abusador camuflado con una gorra y anteojos de sol. Al pasar junto a él, sacó un arma y le disparó en la cabeza. Rápidamente los efectivos lo redujeron y él no opuso resistencia.
Las cámaras también registraron la pregunta que repetían los miembros de seguridad: “¿Por qué, Gary, por qué?”. Dicha pregunta se convertiría años más tarde en el título del libro autobiográfico de Jody en el cual buscaba respuestas acerca de lo que ocurrió en 1984.
A raíz del disparo, Jeffred quedó en coma y murió al día siguiente. Gary, por su parte, estuvo en la cárcel pocos días hasta que fue puesto en libertad condicional a través de una sentencia suspendida por homicidio involuntario. También se le ordenó que realice tareas comunitarias.
Jody, por su parte, rompió el silencio casi cuatro décadas al dar una entrevista al medio inglés The Sun donde se refirió al accionar de su padre. “Entiendo por qué hizo lo que hizo, pero es más importante para un padre estar allí para ayudar a mantener a su hijo que ponerse en un lugar para ser procesado”, sentenció.
Con respecto al diálogo privado que tuvo con su padre, reveló: “Sintió que no tenía nada que perder. Me dijo que uno de ellos, o los dos, morirían esa noche”. Además, aseguró que su padre “nunca se arrepintió de su acción”.
(Cienradios)
