El petro, criptoactivo impulsado por el Estado venezolano se vislumbra como una alternativa real para proteger al bolívar y frenar la inflación, lo que sin dudas impactaría positivamente en la mejora de las condiciones de vida de los venezolanos.

Según un análisis realizado por el equipo de Tasas Patria a partir de sus cotizaciones diarias entre enero y diciembre de 2021, esta criptomoneda está mucho menos sujeta a variaciones drásticas en el precio, como sí ocurre con el bitcóin, la criptodivisa de uso más extendido.

A título ilustrativo se refiere que en el mismo período, las variaciones de precio del bitcóin generaron rendimientos constantes hasta el mes de octubre, pero a partir de ese momento su cotización se desplomó y no ha logrado recuperarse por completo, al punto de que al cierre del mes de enero de 2022, las pérdidas acumuladas se estiman en 28%.

Estos resultados ponen en cuestión tanto su capacidad de resguardar a las monedas locales de posibles devaluaciones, como la de proteger a los usuarios de los efectos de la inflación.

La tendencia no parece estar mejorando, pues si se considera la utilidad acumulada entre principios de enero de 2021 y principios de enero de 2022, el resultado es categórico: el bitcóin apenas se ha revaluado.

Así, en una economía como la venezolana, donde la inflación es alta y la tasa de cambio entre el bolívar y el dólar apenas comienza a estabilizarse, la inversión en bitcóin no resulta atractiva debido a su escasa rentabilidad y a la incertidumbre que rodea su comportamiento en el futuro.

Petro: precios estables aunque con tendencia al alza

En contraste, el petro, un criptoactivo que aprovecha lo mejor del sistema financiero tradicional y comparte las ventajas del ecosistema de las criptodivisas, exhibe un comportamiento bastante diferente, que en síntesis podría resumirse como sigue: tendencia a cotizarse a mejor precio, pero sin variaciones demasiado abruptas.

De este modo, tomando como base los precios computados en la Plataforma Patria, el 20 de enero de 2021, un petro equivalía a 20,55 dólares y el 31 de diciembre de ese mismo año, se cotizaba en 55,03 dólares. En términos relativos, su precio mejoró 167,79 % en solo un año.

Pero esto no ocurrió de un momento a otro. Si se repite el ejercicio utilizando como puntos de comparación los precios de cierre correspondientes a los meses de marzo, junio y septiembre de 2021, se aprecia que la revalorización del criptoactivo con respecto al inicio del año se produjo de manera sostenida, con repunte en el primer trimestre y un ligero estancamiento al cierre del primer semestre, que precedió a una nueva fase de alza más moderada y estable.

En detalle, entre enero y marzo de 2021, la tasa de intercambio del petro con respecto al dólar subió 19,03%; 1,44% entre julio y septiembre, y 7,78% entre septiembre y diciembre, mientras que en el trimestre abril-julio retrocedió 0,02%.

Lo antes dicho se sintetiza en el siguiente gráfico, que muestra los valores diarios de cotización del petro frente al dólar entre el 04 de enero del 2021 y el 28 de enero del 2022.

Gráfico 1.

La tendencia a la estabilidad en los precios del petro se aprecia todavía mejor, si se consideran los precios promedios mensuales con respecto al dólar.

En enero de 2021, para adquirir un petro se necesitaban, en promedio, 19,93 dólares, pero si bien apenas tres meses después (abril), ya se requerían 34,86, después de ese momento, las alzas se sucedieron muy gradualmente, pues la barrera de los 40 dólares se superó en junio y la de los 50, en septiembre (Gráfico 2).

Gráfico 2.

En este orden, el reporte elaborado por el equipo de Tasas Patria pone el acento en una dimensión importante para apuntalar el petro como alternativa de intercambio en las transacciones cotidianas y como criptoactivo de reserva frente a la inflación: la baja variabilidad de las fluctuaciones en los precios.

Para mostrar su punto, en el trabajo se apela al llamado coeficiente de variación (CV), que permite comparar relativamente cuánto se parecen entre sí un conjunto de datos. Así, en este caso, si el CV asume valores próximos a cero, puede asumirse que los precios tienen un comportamiento estable, al tiempo que si computa valores altos –cercanos a 100–, se puede concluir lo opuesto.

Según sus cálculos, desde septiembre de 2021, el coeficiente de variación del precio de cotización diario del petro no ha superado el 1,5%, con excepción del mes de diciembre, donde la criptodivisa venezolana pasó de costar 50 dólares a costar unos 56.

En enero de 2022, el precio se estabilizó y el coeficiente de variación registrado fue de 0,36%. A modo de contraste precisan que en ese mismo período, el coeficiente de variación del bitcóin fue de 13%. 

Para estos especialistas, la baja variabilidad observada en los precios del petro en el último cuatrimestre, es consecuencia directa de su mercado de cotización, al tiempo que reafirma su carácter como ‘Stable Coin’, es decir, una criptomoneda segura para la inversión, que no está sujeta a los vaivenes de la especulación financiera.

Más barato si paga en petros y no en dólares

Otra conclusión que se desprende de los resultados antes expuestos, es que resulta más económico realizar transacciones cotidianas en petros que en divisas como el dólar, lo que indirectamente preserva el valor del bolívar.

A modo ilustrativo, en el trabajo elaborado por el equipo de Tasas Patria se puntualiza que si el pasado 01 de octubre, una persona hubiera comprado 10 dólares para adquirir 20 litros de gasolina no subsidiada, habría tenido que pagar 52,5 bolívares, de acuerdo con la tasa fijada en el mercado paralelo, que en los últimos meses exhibe un comportamiento similar a la establecida por el Banco Central de Venezuela.

Si, por lo contrario, esa persona hubiera optado por comprar petros con bolívares para cancelar los mismos 20 litros de combustible, habría tenido que cancelar 41,30 bolívares, ahorrándose unos dos dólares, según la tasa de cambio paralelo.

Ampliando el ejercicio, se precisa que si entre el 17 y el 28 de enero de 2022, esa persona hubiera comprado 20 litros diarios de combustible, habría gastado 563,40 bolívares, al tiempo que si hubiera preferido cancelar los importes en petros, el monto se reduciría a 544,42 bolívares. Es decir, se habría ahorrado cerca de cuatro dólares. 

Este ejemplo, que se apoya en una de las pocas mercancías que se transan corrientemente en petros, muestra claramente su capacidad para proteger el bolívar en las transacciones cotidianas, pues es capaz de absorber las distorsiones cambiarias del dólar, al tiempo que comprueba su eficacia como estrategia antiinflacionaria.

Lamentablemente, la ausencia de inversión masiva en petros no permitió que se aprovechara cabalmente la revalorización que se produjo en 2021, pero aún así, los resultados permiten asegurar que el criptoactivo venezolano es una opción cualitativamente más sólida y rentable frente a otras criptomonedas e incluso, divisas, aún en el largo plazo.

La razón de fondo es que, al contrario de lo que ocurre con otras monedas digitales, el petro está respaldado en recursos naturales cuantificables y posee tras de sí un marco jurídico e institucional, que define planes concretos que inciden decisivamente en el ecosistema criptofinanciero del país. 

(LaIguana.TV)