Desde el presidente, hasta el Servicio de Seguridad de Ucrania [SBU], las autoridades ucranianas están denunciando y acusando directamente a EEUU de crear una guerra híbrida de desinformación y de crear un estado de pánico. Algo que quedó patente con la evacuación coordinada personal diplomático por parte de varios países de Occidente. 

Sin pelos en la lengua 

Así se manifestó Zelenski este sábado en Jersón, desacreditando absolutamente las noticias falsas emitidas sin cesar por parte de EEUU de una inminente invasión de Rusia a Ucrania. Una enmienda que no es la primera que le hace a la Casa Blanca y que desnuda la desesperación de ese país eslavo que percibe que sus acciones respecto a Rusia pueden derivar en un auténtico salto sin red. 

«Como presidente tengo que decir la verdad a la población. Y la verdad es que tenemos diferentes informaciones. Y ahora el mejor amigo de los enemigos es el pánico en nuestro país. Y toda esta información solo ayuda al pánico y no nos ayuda a nosotros. […] No puedo decir si estoy de acuerdo o en desacuerdo [con el análisis estadounidense]. Reunimos información y la analizamos. No es tan simple y por eso no puedo dar una respuesta simple», replicó al ser inquirido por el bombardeo de avisos de Washington, acompañados de evacuación hasta de personal de la Organización para la Seguridad en Europa [OSCE], una mala señal si las hay. 

Por si no había quedado claro, respecto a la ‘inminente invasión de Rusia, disparó a discreción contra Occidente y contra EEUU en particular: «Hay demasiada información». Y dijo a un periodista: «Si usted u otras personas tienen información adicional sobre una invasión al 100% [certera] de Ucrania por parte de la Federación Rusa proporciónenme esa información». 

«El problema es que Zelenski es un personaje, una marioneta que tiene cada vez menos peso», sentencia al respecto al analista internacional Eduardo Luque. «Todo esto, al margen de que grupos fascistas que reivindican figuras como Stepán Bandera, que fue un oficial nazi responsable de la masacre de miles de judíos ucranianos, están en el Parlamento pulsando la posibilidad y empujando para provocar una acción de desestabilización en las fronteras que conlleve una escalada automática. Esta es otra variable que también tenemos: qué control tiene Zelenski sobre su propio Ejército y sobre las Fuerzas Armadas», avisa el analista. 

Pero el grito desesperado surgido desde las entrañas mismas desde las autoridades y fuerzas de Ucrania no fue el único. Así, Servicio de Seguridad de Ucrania [SBU], hizo un llamado: «Todos debemos mantener la calma y la mente fría, no sucumbir a las provocaciones. El pánico y la desestabilización benefician solo a los enemigos, no a Ucrania. Todos necesitamos pensar críticamente y verificar cualquier información; guiarse por datos de fuentes oficiales, no anónimas; aprender a distinguir la verdad de las falsificaciones». 

Según el SBU, Ucrania se enfrenta estos días a los intentos de sembrar el pánico, difundir información falsa y distorsionar la situación real. «Todo ello en conjunto no es más que otra ola poderosa de guerra híbrida», advirtió. No está denunciando ni más ni menos que las acciones de EEUU, la OTAN, y demás países occidentales, incluida Alemania, que insisten en seguirle el juego a Washington. 

Los amigos de EEUU 

Respecto a Alemania, cuyo canciller se reúne este martes con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, parece que el recado que le dieron en su visita a la Casa Blanca la semana pasada, caló hondo. Así, Olaf Scholz, recitó: «Urgentemente esperamos señales de una desescalada de tensiones por parte de Moscú. Una mayor agresión bélica tendrá graves consecuencias para Rusia». 

Claramente, el canciller alemán, sigue el guion de EEUU y la OTAN que es el de desviar la atención: hablar sobre la amenaza de Rusia y su inminente invasión a Ucrania, para ocultar que el verdadero interés de Moscú radica en las garantías de seguridad, bastardeada desde hace más de 20 años por el país norteamericano y la alianza atlántica. Y por si quedaban dudas, Scholz remarcó el guion: «En Moscú, continuaré con nuestras negociaciones sobre la todavía muy grave situación en la frontera ucraniana». 

Una postura que es diametralmente opuesta a la de Francia, cuyo mandatario, Emmanuel Macron, visitó Moscú la semana pasada, mientras Scholz merodeaba por el Despacho Oval. En este sentido, de acuerdo a una publicación del diario Le Figaro, París y Washington interpretan de diferente forma la presencia de tropas rusas cerca de las fronteras de Ucrania. 

«No vemos indicios de una ofensiva en las palabras de Vladímir Putin», declaró al medio una fuente del Elíseo tras la conversación telefónica que mantuvieron Macron y Putin este sábado. Desde su óptica, mientras la Casa Blanca habla sobre los inevitables planes de atacar Ucrania, París es más cauteloso al respecto. 

«Estamos en un momento de gran confusión política, que los países que intentan mediar, como Francia y Alemania, por un lado, han de velar por sus propios intereses, y al mismo tiempo quedar un poco bien con el ‘amigo’ norteamericano. Por eso, a veces hacen declaraciones confusas, que tanto pueden decir ‘blanco’, como ‘negro’, pero evidentemente tienen muchos problemas para ponerse del lado puramente norteamericano, puesto que saben que en caso de conflicto quien pondría los muertos y la destrucción, sería Europa», sentencia Eduardo Luque. 

(Sputnik)