Especialistas coinciden en que posiblemente el tiburón blanco de cinco metros que atacó y mató al instructor de buceo Simón Nellist el miércoles pasado en la zona de Little Bay en Sídney, Australia, lo hizo porque lo confundió con una foca a raíz del traje de neopreno que el hombre llevaba puesto y que es inusual entre bañistas a raíz de que el agua es cálida.

El experto Chris Pepin-Neff, autor de una obra dedicada a los tiburones, dijo a News que es probable que por la ropa el animal, que estaba en el fondo del mar al acecho, equivocó al bañista. Y aclaró: “No es una locura”.

El británico viajaba casi todos los días unos diez kilómetros desde su casa en Wolli Creek y nadaba en el canal desde Little Bay hasta Malaba para entrenar para un evento benéfico de natación. “Siempre usaba un traje de neopreno, pero el agua aquí es bastante cálida y nadie más usa uno”, dijo a Daily Mail Australia Bárbara, una experimentada nadadora de 85 años.

Pepin-Neff, dejó en claro que “no es una locura que los tiburones muerdan a los humanos pensando que podríamos ser presas” y explicó que el 80% de los ataques son “golpe y fuga” porque el depredador reconoce tras la mordedura que no se trata de una “presa”. Es por ello que, sostuvo, la mayoría de las muertes de personas por tiburones es debido a la “pérdida de sangre” que provoca la herida. “Probablemente ha habido solo 10 o 12 ataques de este tipo en los últimos 30 años en todo el mundo”, agregó.

El especialista Lawrence Chlebeck coincidió con sus pares en que “el tiburón probablemente confundió a Simón con una foca”. La científica marina Vanessa Pirotta, por su parte, aseguró a ABC News que dichas posturas son “raras y poco comunes”. También, dijo que probablemente el animal, que es buscando intensamente por las autoridades australianas, no sea visto nunca más.

El ataque fue el primero que se produjo en Sídney desde 1963. Playas de la zona permanecen cerradas luego del incidente que asombró a los testigos. Uno de ellos contó cómo el tiburón se tragó “partes del cuerpo” tras partirlo en dos. Inmediatamente sonó la alarma de alerta y se enviaron helicópteros de rescate y salvavidas en motos acuáticas a buscar al nadador.

“Un hombre estaba nadando y un tiburón vino y lo atacó verticalmente”, dijo el pescador Kris Linto a Nine News. “Escuchamos -continuó- un grito y nos dimos la vuelta, parecía que un automóvil había aterrizado en el agua, un gran chapoteo, luego el tiburón estaba mordiendo el cuerpo y había sangre por todas partes”.

Los restos del hombre atacado fueron encontrados en el agua poco tiempo después. También se recuperaron partes de un traje de neopreno que es el que vestía Simon Nellist mientras nadaba en las aguas tibias australianas.

El gobierno del estado de Nueva Gales del Sur gastó millones de dólares en tecnología para reducir los ataques de tiburones a lo largo de su costa. Se desplegaron redes en 51 playas, drones y estaciones de escucha que pueden rastrear a los grandes tiburones blancos por satélite y enviar una alerta cuando uno es visto.

(La Nación)