La tarde de este miércoles, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció un nuevo paquete de sanciones económicas y financieras contra Rusia, luego de que la mañana de este jueves (hora local), su homólogo Vladimir Putin anunciara el inicio de una operación militar en el Donbás para «desmilitarizar» y «desnazificar» Ucrania.

El mandatario estadounidense precisó que se limitarían «las exportaciones hacia Rusia». En su decir, «esto puede rendir frutos a largo y a corto plazo», si bien admitió que causaría efectos para Washington y sus aliados que su administración procuraría minimizar.

«Quiero dejarlo claro: Estados Unidos no lo hace solo, nosotros, con nuestros aliados, representamos casi la mitad de toda la economía global, incluyendo al Reino Unido, Canadá y Japón, y eso puede amplificar nuestra respuesta», aseveró.

Además, prometió que el grupo de países que le respalda, comenzando por el G7 –Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, así como por un representante de la Unión Europea–, limitará «las posibilidades de transacciones rusas en dólares y en yenes».

También ofreció que el complejo militar de Rusia se estancaría «para que no pueda competir en la economía del siglo XXI». «Ya vimos los efectos en el rublo, que hoy se derrumbó hasta puntos mínimos. Eso va a reducir significativamente la economía de Rusia», agregó.

Las restricciones también abarcarán a bancos rusos, que, según Biden, sufrirán porque serán suspendidos del sistema financiero estadounidense. «Eso significa que congelamos sus activos», medida que se extenderá hacia otras entidades de capital ruso.

«Esa gente debe compartir el sufrimiento porque apoyaron al Kremlin», justificó.

El presidente estadounidense aseguró que también serían objeto de sanciones personas a las que denominó «oligarcas corruptos» y ofreció restricciones «a las industrias más grandes, cuyos activos superan billones de dólares», si bien no detalló cuáles eran esas industrias.

Específicamente, en adelante, de acuerdo con Estados Unidos, Rusia tendrá que lidiar con un bloqueo tecnológico con el que se pretende afectar «sus capacidades industriales».

«Vamos a reducir casi la mitad de las capacidades técnicas de Rusia. Esto no permitirá actualizar su industria militar, la construcción de aeronaves», aseveró el inquilino de la Casa Blanca.

Tras presentar la lista, Biden sostuvo que Occidente estaba «listo para más». «Lo que imponemos hoy es para defender a nuestros aliados de la OTAN», añadió.

Washington defendió esta nueva ronda de coerciones aseverando que «Putin es el agresor y eligió la guerra y ahora su país va a asumir las consecuencias» y en otro punto de su comparecencia, acusó al mandatario eslavo de pretender reconstruir la Unión Soviética.

Al ser consultado por la prensa acerca de por qué no se había excluido a Rusia del sistema internacional de pagos SWIFT, el presidente estadounidense afirmó que las sanciones que se impusieron «superan al sistema SWIFT, son profundas».

Biden ratificó que no enviará militares estadounidenses a Ucrania, pero anunció el reforzamiento de «las tropas de la OTAN en las fronteras orientales de la alianza» y «el despliegue de de fuerzas adicionales en Alemania».

Asimismo, indicó que la Alianza Atlántica no intervendrá abiertamente en el conflicto, aunque informó que mañana viernes se reunirá «para trazar los pasos contra Rusia».

(LaIguana.TV)