Según Ramón Goyo, presidente de la Asociación Venezolana de Exportadores (AVEX), las exportaciones totales de Venezuela ascendieron a los 1.800 millones de dólares en 2021, lo que representa «un incremento de 30%» con respecto al año previo y se prevé que esta tendencia alcista se mantenga en 2022.
«Realmente hay sectores que están respondiendo, que están incorporando cada vez más productos, más estructuras plásticas, algunos productos del área automotriz (…), radiadores, botes inflables, velas», sostuvo el empresario este viernes en una entrevista concedida a la cadena Unión Radio.
En su decir, esta diversificación de las exportaciones se ha visto favorecida por «la interrupción de las cadenas de valor» que posibilitaban «el comercio a grandes distancias», pues a consecuencia de la pandemia, se incumplió con los plazos de entrega, bien fuera por la congestión en los puertos de entrada o de salida o por interrupciones en el suministro ocasionadas por causas varias.
Así las cosas, explicó, hay una tendencia global a la relocalización del comercio, pues «las empresas, los países, están buscando proveerse de empresas que estén más cercanas», de manera tal de sortear los problemas que padece el transporte de mercancías procedentes de lugares alejados, a lo que ahora se añade el incremento de los precios del petróleo.
«Ahí se presenta una oportunidad en Venezuela y en América Latina. Y esa oportunidad la vamos a aprovechar dependiendo de las políticas públicas que se hagan», aseguró.
Goyo refirió que de acuerdo al análisis realizado por AVEX de las importaciones de «los seis principales mercados» de la región –México, Brasil, Chile, Perú, Ecuador y Colombia–, las mercancías venezolanas tienen un nicho en el cual posicionarse, particularmente procesados cárnicos de bovino y porcino, antipiréticos –muy demandados por ser parte del tratamiento estándar contra la COVID-19– y productos de higiene personal.
Indicó, asimismo, que América Latina no escapa a esta tendencia de reajuste del comercio intrarregional, pero a diferencia de zonas como Europa o Asia, en el que esa clase de intercambios representa el 60 % de todo el comercio, en Latinoamérica oscila entre el 15 % y el 20 %.
«En Venezuela tenemos una industria con una capacidad instalada, con la cual se pueden manufacturar productos y existen esas condiciones», enfatizó.
Goyo no cree que el veto que pesa sobre Venezuela en el Mercosur o su salida de la Comunidad Andina de Naciones le impida aprovechar esta ventana de oportunidad, pues por un lado el país ha suscrito convenios bilaterales con muchos países suramericanos que permiten la importación de productos manufacturados y materias primas libres de impuesto y por otro, podría suscribirlos con aquellas naciones con las que aún no lo ha hecho.
En relación con los rubros no tradicionales que se están exportando exitosamente, del sector privado destacó los productos del mar –camarones, cangrejos, langostas, langostinos, así como pescado congelado y fresco– y las bebidas alcohólicas, al tiempo que del sector público aseguró que hay exportaciones importantes de metanol y se registra una «cierta recuperación» en los volúmenes de aluminio, hierro y acero.
Empero, el representante patronal aseveró que la reactivación de las importaciones hacia Colombia requiere necesariamente de la reapertura del puesto fronterizo de San Antonio del Táchira, pues el precio de las mercancías venezolanas destinadas al vecino país se ha encarecido y han dejado de ser competitivas en el mercado bogotano, porque los traslados se hacen a través de la ruta de Paraguachón (Zulia), que solo es conveniente si el destino es la Costa Atlántica.
(LaIguana.TV)