Un funcionario estadounidense, cuyo nombre no fue revelado, aseguró este jueves que la administración de Joe Biden no había hecho ninguna promesa al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a cambio de la liberación de dos connacionales sentenciados por cargos de corrupción, recoge un despacho de la agencia EFE.
Según la agencia española, la fuente anónima dijo en una rueda de prensa telefónica que «no hubo ningún ‘quid pro quo’, nada», al tiempo que enfatizó que Washington dejó caer una «señal importante», al enviar la primera delegación a Caracas encabezada por un alto funcionario –en este caso, Juan González– «desde finales de la década de 1990».
«Les pedimos responder a eso con la liberación de los estadounidenses detenidos», sostuvo la fuente, quien opinó que la liberación de sus dos compatriotas obedeció a «meses de trabajo» de Roger Carstens, encargado de rehenes del Departamento de Estado y no a ningún intercambio con el gobierno venezolano.
«En ningún momento ofrecimos [comprar] petróleo a cambio de la liberación de estadounidenses, eso no lo haríamos nunca», aseveró.
Sin embargo, como sus dichos contradicen informes mediáticos de diversas agencias, incluyendo Reuters, que apuntan hacia el relajamiento de las sanciones impuestas por la Casa Blanca a la industria petrolera de Venezuela en razón de la crisis energética derivadas de las medidas coercitivas contra Rusia, presionado por los periodistas, se vio obligado a precisar que aún «no se ha tomado ninguna decisión», si bien acotó que «no es algo» a lo que su país «se haya comprometido» o «haya negociado» en su viaje a Caracas.
Empero, el funcionario no negó que el tema estuviera sobre la mesa durante el encuentro, aunque desestimó la continuidad de las conversaciones, al presentarlo como algo puntual, lo que desdice lo afirmado por Maduro y por la portavoz de la presidencia estadounidense, Jen Psaki, quien este miércoles dijo que Washington «seguirá conversando de una serie de temas» con Venezuela, que incluyen la liberación de otros estadounidenses, pero no se limitan a eso.
Previamente, Psaki admitió que el gobierno encabezado por Joe Biden había entablado conversaciones con productores de petróleo como Arabia Saudita, Irán y Venezuela para discutir sobre la «seguridad energética».
En todo caso, al ser inquirido sobre la razón por la que la delegación estadounidense decidió viajar a Caracas en un momento como este, «el funcionario aseguró que el diálogo a un nivel inferior sobre la situación de los estadounidenses presos estaba avanzando y Carstens, el encargado de ese tema, ‘vio una oportunidad’ de ir a Caracas», precisa EFE.
«Creímos que sería valioso tener representación de la Casa Blanca, dadas las peticiones que nos estaba haciendo el régimen, pero también las de la comunidad internacional y la oposición, para que el régimen volviera a la mesa negociadora», indicó el funcionario, quien no aportó detalles acerca de las supuestas peticiones que habría formulado Venezuela.
Pese a esta ambigüedad, reconoció que la operación militar de Rusia había alterado el escenario internacional, lo que obligó a Estados Unidos a tomar acciones para «proteger sus intereses».
De otro lado, este jueves la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, sostuvo una reunión bilateral con el canciller ruso, Serguéi Lavrov en la Cumbre por la Diplomacia que se desarrolla en Turquía.
En decir de Rodríguez, hablaron del reforzamiento de las «relaciones estratégicas» entre Caracas y Moscú, y debatieron sobre «el complejo escenario internacional».
(LaIguana.TV)