Un tribunal británico concluyó este jueves que el futbolista argentino Emiliano Sala falleció en el accidente de su avión en el Canal de la Mancha a comienzos de 2019 probablemente inconsciente luego de haber resultado intoxicado por monóxido de carbono. 

La avioneta a bordo de la cual viajaban salas y el piloto sufrió una avería en La Mancha el 21 de enero de 2019, bajo unas condiciones climáticas adversas, cuando el delantero del FC Nantes, de 28 años, se dirigía a Cardiff, donde acababa de fichar por 17 millones de euros (sobre 19 millones de dólares) con el club local. 

El cuerpo del jugador, cuya desaparición conmocionó al mundo del fútbol, fue encontrado entre los restos del aparato más de dos semanas después del accidente, a 67 metros de profundidad. 

El del piloto, de 59 años, no fue encontrado. 

David Henderson, de 67 años, organizador del vuelo, fue condenado en noviembre pasado a 18 meses de prisión por haber contratado a un piloto del que conocía su falta de cualificación y por haber transportado a un pasajero sin autorización válida. 

A la par que este proceso penal, fue abierto, como establece el sistema judicial británico, un proceso de investigación destinado a esclarecer las causas de la muerte del futbolista. 

Luego de cinco semanas de audiencia, el jurado reunido en un tribunal de Dorset (sur de Inglaterra) validó que el futbolista falleció por lesiones en la cabeza y en el pecho, pero que estaba probablemente profundamente inconsciente por haber respirado niveles tóxicos de monóxido de carbono procedente del sistema de escape defectuoso del avión. 

El avión se estrelló contra el mar a una velocidad de 270 millas por hora (435 km/h), no dejando ninguna opción de supervivencia.  

(AFP)