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Luego de más de 10 años fungiendo como directora ejecutiva en la silla correspondiente a Venezuela y Panamá en el Banco Interamericano de Desarrollo (Washington), la exvicepresidenta Adina Bastidas está de vuelta en Venezuela. Explica que necesitaba reencontrarse con la familia, tomar un descanso y además “el Presidente Chávez ya no está físicamente”.

 

Una de las cosas que más defiende de su paso por el gobierno de Hugo Chávez es la implementación del control de cambio hace 12 años, decisión de la cual se considera responsable.

 

-¿A la luz de todos los acontecimientos político-económicos que hoy se viven en el país, cree que esa decisión fue acertada?

 

-Cuando tomamos la decisión de asumir el control de cambio, era justamente porque nos estaban sacando las divisas al exterior, nos iban a dejar sin los dólares que requiere nuestra economía para funcionar.

 

Yo misma fui la que le dije al Presidente Chávez: “está situación cada día se está poniendo peor y hay que tomar una decisión”. Pero, el Presidente no estaba ganado para eso, él quería implementar unos impuestos y para que la oposición me siga maltratando a mí, yo voy asumir mi responsabilidad. En esa época, la prensa decía no es Cadina es Cadivi (risa). ¿Cuánto no nos costó el control de cambio? Millones y millones de dólares que se fueron del país. Allí está el banquero Eligio Cedeño, a quien el Estado le dio unos dólares para unos equipos de computación que nunca llegaron a Venezuela.

 

-Según su balance, ¿fue acertada esa medida?

 

-En ese momento sí fue acertada. Nos estaban desangrando, prácticamente nos obligaron a eso.

 

-Pero insisto, ¿cree que debe continuar el control de cambio?

 

-En estos momentos no sé qué piensa el gobierno, si continúa el control de cambio o si va a implementar otra medida.

 

-Algunos economistas han dicho que las últimas medidas del gobierno con relación a las restricciones de divisas en el cupo viajero apenas cubren el 10% del déficit, ¿qué opina al respecto?

 

-Volvemos a lo mismo. Si los dólares te disminuyen, si están sacando y sacando divisas en las diferentes formas que lo hacen, el gobierno debe respaldar y resguardar los intereses de las comunidades, las importaciones de alimentos y medicinas.

 

Bajo la sombra de Chávez

-¿Creé que el Presidente Maduro ha sabido honrar el compromiso y el legado político que le dejó el Presidente Chávez?

 

-Ese legado el Presidente Chávez no solamente se lo dejó a Maduro, nos lo dejó a todos los que estamos con el proceso. Claro, Maduro tiene la mayor responsabilidad porque le tocó asumir la Presidencia de la República. Sin embargo, no es solo “soplar y hacer botellas”; se trata de un compromiso de Patria, un compromiso de país y tú no puedes decir que eso está listo en un año o dos.

 

Son cambios en las estructuras, en las estrategias, cambios bastante fuertes que estamos haciendo desde que el Presidente Chávez ganó por primera vez la presidencia. Cambios que requieren hacer consultas, realizar estudios, cálculos y tener recursos financieros, y no simplemente cambiar una mesa de aquí para allá, por ejemplo.

 

-Usted es economista, profesora, tiene experiencia internacional en una institución financiera y además fue ministra de Producción y Comercio, ¿qué propondría para salir de la crisis económica?

 

-La economía es una ciencia muy compleja y es fundamental porque está totalmente vinculada con el desarrollo de los países. Maduro apenas tiene dos años en el gobierno y le tocó la responsabilidad de continuar lo que el Presidente Chávez había iniciado.

 

Por ejemplo, aumentar o disminuir el precio de un producto debe ser analizado desde el punto de vista de lo que vas aplicar y sus efectos. Por eso la economía de un país no es para una sola persona, una familia o un grupo; la economía es para toda una población y mantener contenta a toda esa población con medidas que se tomen en determinado momento no es fácil. Es un tema delicado y también conflictivo. No sé si me estas entendiendo.

 

-Sí la entiendo, pero creo que evade lo sustantivo de la pregunta; se lo pongo de esta manera: ¿a su juicio la política
económica del gobierno ha sido acertada?

 

-Eso te lo dicen los resultados y la población. Por ejemplo, cuando el Presidente Chávez empieza su primer gobierno asumió como prioridades trabajar para eliminar el analfabetismo y ampliar la educación para los niños. Y esas metas las logró. Fue un planteamiento que se hizo, pero que no está aislado; lo que pasa es que estamos acostumbrados a ver las cosas aisladamente. Cuando tú inviertes para acabar con el analfabetismo, estás permitiendo a esa persona intervenir en su desarrollo e intervenir en la vida de su país.

 

-Sigue sin responderme, ¿no se atrevería a hacer ningún planteamiento en materia económica en vista de la alta inflación, el desabastecimiento y la especulación que nos afecta a todos los venezolanos?

 

-Tú lo que quieres es que te haga un análisis de la situación actual. Ciertamente estamos viviendo una situación bastante difícil, pese a que el gobierno ha buscado fórmulas para reducir el desabastecimiento. El Presidente Maduro lo dijo hace poco, que va a redoblar los esfuerzos para acabar con estos males.

 

No es justo que se tenga que dedicar todo un día haciendo colas para comprar unos alimentos que, además, los vas a pagar para que con ese dinero puedan ser restituidos nuevamente en los anaqueles. Esos niveles hay que analizarlos, estudiarlos para dar la respuesta acertada. No podemos seguir en esta situación, el deber de la nación es elevar la producción. Yo admiro mucho el comportamiento que tiene el pueblo en esas colas, especialmente el de Caracas, que es el que he visto.

 

Precios del petróleo

-La estrategia del fracking y la sobreproducción por Arabia Saudita ha conllevado a la reducción de los precios del petróleo a nivel internacional, ¿esto es así o entran en juego otros factores?

 

-Si hay mucha producción los precios bajan y eso es válido para cualquier bien o producto. Somos un país petrolero, muchos dicen que el petróleo ha sido una bendición, otros una maldición porque no desarrollamos el resto de la economía. No tenemos por qué estar importando productos agrícolas, porque Venezuela tiene tierras fantásticas para la producción agrícola, no tenemos por qué abandonar los campos.

 

-¿Qué opina de la discusión iniciada en torno al aumento de la gasolina?

 

-¿A quién favorece el precio de la gasolina baja, al pobre o al que más tiene? Mi conclusión es que está favoreciendo al que más tiene. Tenemos que pensar esto y que la gasolina nos dé los recursos para seguir impulsando la educación, que nuestra población esté formada, capacitada. Solamente con formación académica es que vamos a contribuir al crecimiento y desarrollo de la nación.

 

Vida política y pública

-¿Adina Bastidas se siente satisfecha con lo que ha hecho por la revolución y el país?

 

-Uno como revolucionario nunca está satisfecho, independientemente de que se hayan alcanzado muchos logros en estos años de revolución, uno siempre está buscando lo máximo, sobre todo si es para darle al pueblo la mayor suma de felicidad posible y la satisfacción de sus necesidades. Ya uno no habla de las necesidades básicas que hablaba al principio, sino de sus necesidades en términos generales.

 

-Héctor Navarro y Ana Elisa Osorio se solidarizaron con Jorge Giordani y pareciera que a partir de allí comenzaron a ser excluidos por el Psuv, usted es amiga de ellos, ¿qué opina de esto?

 

-Cuando se crea el Movimiento V República (MVR) yo no me inscribí. Recuerdo que estábamos por el sur del país y Chávez me dijo: “no te voy a pedir que te inscribas, pero sí que no te separes de mí”. “Eso nunca”, le dije yo. No estoy inscrita en el Psuv y por eso no me gustaría opinar.
Giordani fue mi profesor en el postgrado, a Ana Elisa la conocí en el gobierno del Presidente Chávez y a Navarro lo conozco desde los 90. A los tres los aprecio mucho.

 

-Según reseñaron algunos medios, usted fue víctima de la delincuencia en su residencia. ¿Cómo ve al país en esta materia?

-Yo estaba leyendo y siento que hay movimiento afuera, y en cuestión de segundos arrancaron la reja y abrieron la puerta con una llave maestra. Eran dos hombres y una mujer. Yo lo único que pedía era “Dios mío que se vayan”. Cuando todo terminó veo el pasillo lleno de gente y el Cicpc, y es cuando mando a avisar que no voy a declarar a la prensa. Somos seres humanos y nos enfermamos, y esta lavativa que a mí me tocó vivir me pegó. Han pasado 4 meses y aún estoy mal de los nervios. Yo juraba que iba ser más guapa por tantas cosas que uno ha pasado, pero no fue así.

 

(Semanario.info)