El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, llamó a investigar la «escenificación horrible» que tuvo lugar en la ciudad ucraniana de Bucha.

«Sin lugar a dudas, es necesario y se debe investigar la escenificación horrible en Bucha», dijo ante los periodistas.

El vocero también destacó la necesidad de que la investigación sea realizada de manera «imparcial e independiente».

Сondiciones para la paz en Ucrania

El Gobierno de Rusia está interesado ​​​​en que Volodímir Zelenski acepte las condiciones de Moscú para la paz en Ucrania, donde actualmente se lleva a cabo la operación militar rusa, afirmó el portavoz del Kremlin.

«Se trata del presidente de Ucrania, y estamos interesados ​​​​en que acepte las condiciones de la Federación de Rusia presentadas antes por la delegación rusa», dijo Peskov en declaraciones al canal de televisión francesa La Chaine Info (LCI).

También afirmó que a través de las negociaciones Rusia desea «poner fin a la operación militar» en Ucrania.

«Para crear condiciones favorables para las negociaciones, queríamos hacer un gesto de buena voluntad. Es posible que tomemos decisiones importantes durante las negociaciones, por lo tanto, el presidente [de Rusia, Vladímir] Putin les ordenó a nuestras tropas retirarse de la región» de Kiev y la provincia homónima, agregó el portavoz.

Desde el 28 de febrero pasado, Moscú y Kiev sostienen negociaciones sobre el conflicto en Ucrania tanto en formato presencial, reuniéndose en Bielorrusia o Turquía, como por teleconferencia.

Se esperaba que otra ronda de las negociaciones pudiera celebrarse el 4 de abril, sin embargo, debido a lo que las autoridades ucranianas y varios medios de comunicación internacionales bautizaron la «masacre de Bucha» –la supuesta matanza de civiles esa la ciudad ucraniana– esto no sucedió.

El 3 de abril las autoridades ucranianas y los medios de comunicación internacionales difundieron numerosas imágenes, en las que aparecen cadáveres de civiles en las calles de Bucha, localidad que estuvo bajo el control de las tropas rusas hasta el 30 de marzo pasado.

Muchos usuarios de Internet dudaron de lo verídico de las acusaciones que Kiev dirigió a Moscú, señalaban que no se veía sangre cerca de los cuerpos, que algunos de los «muertos» estaban moviendo los brazos, e incluso el espejo retrovisor registró que uno cambió de posición apenas el auto en que iba el camarógrafo pasó adelante.

El Ministerio de Defensa ruso calificó las fotos y videos publicados de «un nuevo montaje», al asegurar que durante la estancia de los militares rusos en la ciudad «ningún civil local sufrió agresión alguna».

A la vez indicó que «los suburbios del sur de la localidad, incluidos los barrios residenciales, fueron bombardeados las 24 horas por militares ucranianos con artillería de gran calibre, tanques y sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple».

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró el 4 de abril pasado que Rusia rechaza categóricamente cualesquiera afirmaciones de tener que ver con la muerte de civiles en Bucha y exige que los líderes mundiales no se apresuren a dirigir acusaciones gratuitas a Rusia y que presten oído a la argumentación de Moscú.

El embajador de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, mostró el 4 de abril a los periodistas unas pruebas de que la presunta «masacre de Bucha» fue una esenificación, en particular presentó un vídeo en que el alcalde de esa ciudad no dice ni una palabra sobre los «asesinados».

Información sobre biolaboratorios de EEUU

Peskov también afirmó que Estados Unidos está obligado a proporcionar información exhaustiva sobre sus laboratorios biológicos, declaró el secretario de prensa del Kremlin.

«Llevamos bastante tiempo hablando de esto después de que se hicieran públicos los datos sobre los laboratorios que se encuentran alrededor de nuestras fronteras, incluida Ucrania. (…) Creemos que Estados Unidos está obligado a proporcionar información exhaustiva sobre estos laboratorios», agregó.

El portavoz del Kremlin afirmó que el programa de biolaboratorios de EEUU es «bien conocido» y «nada transparente», por lo cual no solo Rusia, sino otros países también «tienen muchas preguntas» para Washington.

(Sputnik)