Las fuerzas ucranianas mantienen como rehenes a unos 6.200 extranjeros, afirmó el jefe del Centro Nacional de Gestión de Defensa de Rusia, Mijaíl Mizíntsev. 

«Los nacionalistas ucranianos siguen manteniendo como rehenes a 6.198 extranjeros de nueve países como escudos humanos. Además, 76 barcos extranjeros de 18 países siguen bloqueados en los puertos ucranianos», dijo Mizíntsev. 

Señaló que Kiev ha creado en sus aguas internas y mar territorial la amenaza de bombardeos y un alto peligro de minas, lo que impide a los buques entrar libremente en alta mar. 

También indicó que las Fuerzas Armadas rusas diariamente abren un corredor en dirección suroeste desde el mar territorial de Ucrania, con una longitud de 80, y un ancho de 3 millas náuticas. 

«En la Organización Marítima Internacional, los representantes de Ucrania se niegan a discutir las cuestiones de garantizar la seguridad de la salida de los buques, retirándose públicamente del diálogo», agregó el general. 

Destacó que Rusia está adoptando todas las medidas necesarias para garantizar la navegación civil en las aguas del mar Negro, Azov y Mediterráneo, y advirtió a la comunidad internacional del peligro de que las minas ucranianas estén a la deriva. 

Rusia anunció el 24 de febrero el lanzamiento de una «operación militar especial» en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitaban ayuda frente al «genocidio» por parte de Kiev. 

Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica. 

El 29 de marzo, el Ministerio dio por cumplido el objetivo esencial de la primera fase de la operación, mermar la capacidad bélica de Ucrania, y se enfocará en adelante en «la liberación del Donbás». 

(Sputnik)