La noche de este viernes 27 de mayo, el presidente Nicolás Maduro publicó en su cuenta de Twitter la declaración de XXI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del ALBA–TCP, celebrada en La Habana, Cuba, en la que se repudian «las exclusiones y trato discriminatorio en la denominada Cumbre de las Américas».

«Con voz sólida y valiente todo un continente se une para defender la dignidad y la verdad de los pueblos libres. Este es el Siglo de la unión y el fin del hegemonismo», reza el trino de Maduro que acompañó el documento.

Según se lee, los países integrantes de la alianza bolivariana ratificaron el fortalecimiento del mecanismo como «instrumento de unión» de los pueblos, celebraron el compromiso de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) con «la genuina integración regional», al tiempo que reiteraron que América Latina y el Caribe es una zona de paz.

Asimismo, los estados que conforman el ALBA-TCP se manifestaron a favor de «un cambio en las relaciones hemisféricas» apegado a la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, que incluyen «los principios de igualdad soberana, no injerencia en asuntos internos, no uso ni amenaza de uso de la fuerza, solución pacífica de controversias y libre determinación de los pueblos».

Además reafirmaron su respaldo al multilateralismo y denunciaron «las pretensiones de dominación imperialista sobre los pueblos de América Latina y el Caribe, para mantener dividida a la región en función de sus intereses hegemónicos».

Sobre estas premisas, rechazaron «la exclusión arbitraria, ideológica y políticamente motivada» de países del ALBA de la Cumbre de las Américas y advirtieron que «esa decisión unilateral constituye un grave retroceso histórico en las relaciones hemisféricas, que ofende a los pueblos latinoamericanos y caribeños».

También señalaron «el trato discriminatorio de los Estados Unidos como país anfitrión de la denominada Cumbre de las Américas contra representantes de la genuina sociedad civil de nuestro continentes«.

Así las cosas, enfatizaron que «este tipo de reuniones excluyentes» no aportan en la solución de los «urgentes desafíos de la integración», ni contribuyen a frenar «las amenazas regionales y globales».

Del mismo modo, los dignatarios agradecieron «la valiente y digna posición» manifestada por gobiernos y otros actores sociales del continente contra la política excluyente implementada por la Casa Blanca al organizar la Cumbre de las Américas.

Para concluir, recalcaron su rechazo a la imposición de medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela y Nicaragua y el bloqueo contra Cuba, al tiempo que ratificaron su compromiso con el «diálogo respetuoso, la tolerancia, la convivencia pacífica y la cooperación» entre los países del continente, «sin excepción».

(LaIguana.TV)