Durante más de 15 años, Antione William Tuckson engañó a todos en Maryland, haciéndose pasar por un miembro del Servicio de los US Marshals, agencia que se encarga de buscar fugitivos, transportar prisioneros, y a su vez, está al mando del programa de testigos protegidos del Departamento de Justicia.

Nunca nadie sospechó por un momento de él, ya que, tenía todos los elementos para simular que era un verdadero aguacil federal. Durante años y años, el hombre de 37 años anduvo con una placa, una identificación, armas, un chaleco antibalas, una camioneta que llevaba luces policiales, e incluso, iba siempre acompañado de un perro policía.

Sin embargo, lo que nunca nadie imaginó fue que todo eso en realidad era falso, y que detrás de todo ese disfraz, no había ningún policía.

La mentira le funcionó a la perfección durante mucho tiempo, incluso, llegó a conseguir trabajo como guardia de seguridad en un restaurante ubicado en Prince George.

Lo que parecía ser el plan perfecto para Tuckson, finalmente terminó en un terrible escándalo, y fue descubierto por el motivo menos esperado.

Cómo descubrieron al falso policía

Como dicen algunos, la mentira tiene patas cortas. Aunque no fue para nada corto el período que duró la farsa de Antione William Tuckson, las autoridades policiales de Maryland finalmente lograron descubrir la eterna mentira.

Luego de tantos años fingiendo ser un aguacil federal legítimo, Tucskon terminó cayendo en su propia trampa, puesto que, fue su propio perro policía falso quien lo evidenció.

La mentira llegó a su fin cuando el hombre de 37 años, junto a su perro vestido de oficial canino, quiso detener a dos mujeres que se negaban a pagar la cuenta del restaurante en el que Tuckson trabajaba.

Con el objetivo de detenerlas, el hombre cometió el peor error y llamó a la policía federal. En cuestión de minutos, el falso policía terminó siendo desenmascarado.

Según figura en los expedientes judiciales, al momento de ser entrevistado por los oficiales de Prince George, «Tuckson mostró una placa falsa y se identificó falsamente como un alguacil federal».

Incluso, aquellos documentos indicaron que «el falso aguacil portaba un arma de fuego, esposas, un tases y otro equipo policial».

La principal sospecha llegó cuando los oficiales notaron que el perro policía de Tuckson no se encontraba con él, sino que estaba dentro del restaurante. En términos policiales, este es un dato alarmante, ya que los oficiales caninos siempre deben estar al lado de su agente policial, y están entrenados para no alejarse de sus dueños en ningún momento.

Automáticamente, el Servicio de Aguaciles buscó el nombre de Antione William Tuckson en la base de datos policial, y descubrieron que no estaba registrado, por lo que, no se trataba de un agente policial.

El hombre de 37 años podría enfrentar una condena de hasta 3 años, si se lo logra declarar culpable. Sin embargo, esta no sería su primer condena, ya que, anteriormente, ha cumplido otras condenas por delitos graves.

(Crónica)

El hombre andaba con una placa y un perro policía falso.