Este 9 de junio, el comunicador y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela ofreció reflexiones sobre la IX Cumbre de las Américas que se celebra en la ciudad de Los Ángeles (Estados Unidos), para lo cual, apuntó, los programas previos de esta semana, en los que se analizó el desempeño de algunos líderes de las izquierdas en la región, sirvieron de preparación para esta discusión. 

A este respecto, apuntó que el balance permitió concluir que si bien hubo mandatarios que cumplieron –o están cumpliendo– con los programas que le ofrecieron a sus electores, en su mayoría pertenecientes a los sectores más desposeídos del continente. 

Pérez Pirela insistió en que si bien en alguna medida es cierto que hay una nueva oleada de gobiernos progresistas en América Latina, esa ola surgió a partir de su oposición a las derechas aglutinadas en el Grupo de Lima y aconsejó guardar una prudente distancia en las valoraciones, porque podría correrse el riesgo de engañar a los pueblos. 

Alberto Fernández llevó el mensaje de Venezuela, Cuba y Nicaragua 

En noticia de último minuto, el especialista informó que la tarde de este jueves, en nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el presidente argentino, Alberto Fernández, cuestionó en la Cumbre de las Américas la política de exclusiones impuesta por Estados Unidos y criticó los bloqueos contra Cuba y Venezuela. 

«Alberto Fernández, que hoy levanta la voz contra sanciones y bloqueo, pudo haber hecho eso antes, porque durante más de un año mantuvo la política de Macri hacia Venezuela y solo la cambió cuando Estados Unidos mandó emisarios a buscar petróleo» al país suramericano, criticó, antes de citar en extenso a Fernández: 

«Cuba soporta un bloqueo de más de seis décadas impuesto en tiempos de la Guerra Fría y Venezuela tolera otro (…). Con medidas de este tipo, se busca condicionar a los gobiernos pero en los hechos, solo se lastima a los pueblos», a lo que agregó que el mandatario argentino insistió en que «el silencio de los ausentes» interpelaba a los asistentes. 

En nombre de la Celac, el presidente argentino externó que «el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer el derecho de admisión sobre los países miembros del continente». 

Seguidamente, continuó el analista, el mandatario descargó a la OEA, acusó veladamente a Washington de usarla «como un gendarme que facilitó un golpe de Estado en Bolivia» y demandó su «reestructuración» en nombre del bloque. 

En ese orden, indicó que: «la OEA, si quiere ser respetada y volver a ser la plataforma política regional para lo cual fue creada, debe ser reestructurada, removiendo de inmediato a quienes la conducen». 

En este punto, Pérez Pirela se permitió recordar que «históricamente, la OEA siempre ha sido un brazo imperial de los Estados Unidos y con brazaletes de la OEA, soldados latinoamericanos entraron a República Dominicana para invadirla; la OEA guardó silencio ante Pinochet; la OEA, tan criticada por el comandante Fidel Castro, quien recogiendo expresiones la calificó como el Ministerio de Colonias de Estados Unidos». 

Para cerrar su intervención y en nombre de la Celac, Fernández invitó al presidente estadounidense, Joe Biden, a la próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, tal y como sugirió hace unas pocas semanas el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. 

La Cumbre de América, no de las Américas 

Entrando en materia refirió que el pasado lunes inició en Los Ángeles la IX Cumbre de las Américas, la primera organizada por Estados Unidos desde 1994 y justo por ello, el espacio en el que pensaba relanzar su influencia en la región. 

Sin embargo, las cosas no han ido como Washington planeaba, pues su negativa a invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua por supuestas violaciones a la Carta Interamericana de 2001 dieron lugar a una ola de cuestionamientos sobre el carácter excluyente del encuentro. 

En ese orden recordó que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, asumió la voz cantante de esta denuncia y amenazó con no acudir a la cita si no se convocaba a todos los países, cosa que finalmente cumplió. Esta conducta fue imitada por el presidente de Bolivia, Lius Arce y la presidenta de Honduras, Xiomara Castro. 

Hasta la tarde del martes, 25 de los gobiernos de los 33 países del continente manifestaron de diversas maneras su disconformidad con ese dictamen de la administración Biden y en alguna medida, todos hicieron ver que el anfitrión se estaba extralimitando en su rol y advirtieron que esta práctica sentaba un mal precedente para el diálogo y la integración regional. 

El también director de LaIguana.TV precisó que según la información oficial, en la Cumbre se discutirá sobre la migración, la pandemia de COVID-19 y el crecimiento económico, aunque analistas de diversos signos han indicado que la ausencia de Caracas, La Habana y Managua fue una decisión errada y sentenció la reunión al fracaso, aún antes de comenzar. 

Otros llegan todavía más lejos y señalan directamente que el liderazgo estadounidense en la región está claramente debilitado y los acuerdos que se logren firmar estarían destinados a convertirse en letra muerta, pues desde la Casa Blanca no habría la mínima intención de cumplirlos. 

«Medios de todo el mundo hablan de la Cumbre de Las Américas como un fracaso», destacó. 

Pérez Pirela indicó que las declaraciones altisonantes se trasladaron a Los Ángeles, puesto que el canciller de Honduras, Enrique Reina, denunció el doble rasero de Washington por su doble rasero al calificar los gobiernos como democracias o dictaduras en función de sus propios intereses. 

«No vamos a un tema ideológico, vamos a un tema moral: Juan Orlando Hernández fue un violador de derechos humanos en un narcoestado, un Estado fallido, ¿le negaron alguna vez el acceso a la Cumbre? Fue a la Cumbre de las Américas y nunca le dijeron ‘no venga'», dijo el diplomático en una entrevista con CNN. 

Sin embargo, en su criterio conviene subrayar que los presidentes de El Salvador, Guatemala y Uruguay se ausentaron por razones ajenas a esta diatriba. En se orden, detalló que Bukele, quien está enfrentado hace meses con Estados Unidos, declinó la cita y envió a su cancillera, Alexandra Hill Tinoco sin ofrecer mayores explicaciones; el guatemalteco Alejandro Gianmattei adujo problemas de agenda tras un ‘impasse’ con Washington por comentarios injerencistas sobre su administración y el uruguayo Luis Lacalle Pou canceló en el último momento, tras haber dado positivo a la COVID-19. 

Como cabía esperar, el gobierno colombiano, representado por su presidente, Iván Duque, celebró la exclusión de Venezuela, Cuba y Nicaragua del foro continental, invocando la Carta Interamericana de 2001, que en sus dichos, imposibilita la participación de los gobiernos no democráticos en las instituciones del Sistema Interamericano. 

Para el experto es claro que esta declaración refleja sin matices la postura oficial de la administración Biden, que ha asumido como bandera la supuesta «defensa de la democracia» a nivel mundial, lo que en opinión del analista español Fernando Casado debe interpretarse más bien como una pretensión de aislar a los países que se oponen a las políticas neoliberales. 

Según Casado, la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela de la reunión continental que se celebra en Los Ángeles, desnuda una política exterior «caduca», propia de la Guerra Fría y, por tanto, completamente ajena a la realidad de la región. 

Pérez Pirela acotó que si se examina la historia de la Cumbre de las Américas, como hiciera en data reciente el presidente Nicolás Maduro en una entrevista con el intelectual argentino Atilio Borón, queda claro que la instancia surgió para consolidar la estrategia estadounidense basada en Acuerdos de Libre Comercio. 

Maduro recordó que en la edición de 2001, que se celebró en Ottawa (Canadá), el entonces presidente venezolano, Hugo Chávez, saludó al pueblo que protestaba en las afueras de la sede y no suscribió el acuerdo final con el que se pretendía aprobar el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA). 

Esta disidencia a la agenda estadounidense tuvo su mejor momento en la Cumbre de 2005 celebrada en Mar del Plata (Argentina), cuando los entonces presidentes Néstor Kirchner (anfitrión), Hugo Chávez, «Lula» da Silva y Tabaré Vásquez, frenaron la intención estadounidense de resucitar el debate sobre el ALCA. 

El mandatario venezolano destacó que el inventario de exclusiones no es nuevo, pues Cuba fue apartada sistemáticamente de todas las citas, que paulatinamente fueron perdiendo su sentido y se convirtieron en «cumbres turísticas» en las que no se tomó ninguna decisión para aliviar o solucionar los graves problemas que asolan al continente, relató el especialista. 

Tras comentar esta historia, Pérez Pirela insistió en que las palabras pronunciadas por el presidente de Argentina, Alberto Fernández, fueron repetidas en su calidad de presidente pro témpore de la Celac y no se corresponden a su posición personal, pues es claro que durante más de un año mantuvo la política de Macri hacia Venezuela, incluyendo el reconocimiento de un pseudogobierno paralelo. 

Inclusive, en su opinión, podría tratarse de una maniobra oportunista para tratar de limpiar un poco su deteriorada imagen. 

¿Qué se discutirá y qué se aprobará en la Cumbre de Las Américas? 

De regreso al tema de la cumbre, el comunicador se enfocó en los temas que están bajo discusión en la Cumbre organizada por Biden y en ese orden comentó que en su discurso inaugural, el mandatario anunció la creación de la «Alianza de las Américas para la Prosperidad», una iniciativa de la Casa Blanca con la que oficialmente se pretende ofrecer oportunidades a los ciudadanos de Centro y Suramérica para frenar la migración. 

Aunque el inquilino de la Casa Blanca no aportó mayores detalles sobre la puesta en práctica de la Alianza, sí indicó que su propósito es incentivar las economías de los países a través de la inversión privada, con miras a disminuir el desempleo y con ello, el flujo migratorio hacia Norteamérica. 

No obstante, en su opinión, la ausencia en Los Ángeles de los mandatarios de México, El Salvador, Honduras y Guatemala, de donde proviene la mayor parte de los migrantes que intentan llegar a los Estados Unidos, pone en cuestión la viabilidad de lo anunciado por el presidente estadounidense, que ya despide aires de Tratado de Libre Comercio continental. 

Con el propósito de ilustrar hasta qué punto pueden estar alejados los debates que se desarrollan en Los Ángeles de la realidad, destacó que si bien la crisis migratoria es parte de la agenda oficial de la IX Cumbre de las Américas, una caravana de migrantes circula por el territorio mexicano rumbo a suelo estadounidense. 

A este respecto señaló que el pasado martes, la multiestatal teleSUR reportó que no se ha establecido cuántas personas la conforman, pero se calcula que serían al menos 9.000 y algunos estiman que podrían ser hasta 15.000, incluyendo niños que viajan solos. 

De acuerdo con estos informes, se denuncia tanto la incapacidad de México para atender a los migrantes como la política de fronteras cerradas que mantiene Washington hacia las personas pobres en razón de su propio retroceso económico, pero que volverá a permitir la migración irregular en cuanto le resulte conveniente. 

De regreso a lo que se debate en la IX Cumbre de Las Américas refirió que sin que hayan trascendido mayores precisiones, en conversación exclusiva con teleSUR, el canciller mexicano Marcelo Ebrard informó que se suscribirían cinco acuerdos, incluyendo el avanzado por Biden y la nueva arquitectura del sistema interamericano. 

El diplomático también indicó que el bloqueo contra Cuba era uno de los temas centrales del encuentro, si bien no mencionó qué clase de negociación o compromiso se firmaría para que cese esta política, vistos sus efectos sobre la población cubana y su evidente motivación injerencista. 

«Escuchen el dato que está dando Marcelo Ebrard: la OEA ha gastado más dinero en observadores electorales que en la pandemia. Y si tenemos en cuenta que estos observadores electorales perpetraron, fueron causa eficiente del golpe de Estado en Bolivia, nos damos cuenta que utilizan el dinero que le da el gobierno de los Estados Unidos para desestabilizar los gobiernos de Nuestramérica», comentó. 

Asimismo mencionó que aunque no ha acaparado atención mediática, también se conoció que el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, solicitará a Estados Unidos –e incluso a Europa, que estará representada por España– respaldo para desarrollar su política de seguridad contra el tráfico de drogas. 

En resumidas cuentas, Lasso estaría pidiendo la implementación de un nuevo «Plan Colombia» en su país, aun cuando informes oficiales del Congreso estadounidense han determinado que se trata de una inversión fracasada, que no redujo el narcotráfico ni la violencia en Colombia, explicó. 

Antes de abandonar Quito, el gobernante justificó su propuesta en virtud del perjuicio que el tráfico de drogas causa en la juventud estadounidense y alegó que la lucha contra el flagelo tendría que darse por medio de la cooperación internacional. 

Con respecto a la política de exclusión implementada por la Casa Blanca, defendió la interpretación según la cual el anfitrión se puede arrogar el derecho de convocar a los países a la cita en función de si cumplen o no con su estándar para medir la democracia. 

«Qué grave que este señor Lasso vaya a pedir un Plan Colombia (bis) para Ecuador», que está al borde de una guerra civil, alertó el analista, antes de indicar que se conoció que Biden sostuvo un encuentro bilateral con el presidente brasileño Jair Bolsonaro, quien había amenazado con no asistir a Los Ángeles si la Casa Blanca no accedía a la reunión. 

La OEA, gran derrotada del encuentro 

Para Miguel Ángel Pérez Pirela aunque la IX Cumbre de las Américas aún no concluye, ya pueden hacerse unos primeros balances, que arrojan como resultado que hay un claro perdedor: la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo debilitamiento quedó en evidencia desde distintos flancos. 

Desde su punto de vista y sin duda, el cuestionamiento más enconado vino de la mano del canciller mexicano Marcelo Ebrard, quien sin mayores reparos señaló este miércoles que su papel se había «agotado». 

A este respecto relató que el representante mexicano cargó contra la OEA por su papel en el golpe de Estado perpetrado en Bolivia en 2019, con el que se expulsó del poder al presidente Evo Morales y argumentó que su funcionamiento no estaba ajustado a los nuevos tiempos. 

Del mismo modo, Ebrard calificó de «error estratégico» la exclusión de países del continente, porque a ningún país tiene el derecho de «decidir unilateralmente» quién asiste y quién no, y se manifestó en contra de la política de bloqueos, embargos y sanciones. 

De una manera menos categórica, pero en el mismo espíritu, el canciller argentino, Santiago Cafiero, criticó el rol de la OEA en el golpe de Estado de Bolivia. 

Sobre este tema, el comunicador agregó que «Argentina tiene todo el derecho para levantar la voz contra la OEA, porque Fernández ayudó a salir del país a Evo Morales cuando estaba bajo amenaza de muerte. Es un gesto que acaso le salvó la vida». 

Regresando a lo que manifestara Ebrard en la reunión de cancilleres, comentó su propuesta para crear un grupo de trabajo orientado a refundar el Sistema Interamericano, vista su incapacidad para crear consensos en torno a objetivos comunes. 

El diplomático defendió la necesidad de establecer relaciones continentales basadas en el respeto mutuo y la solidaridad, lo que claramente contrasta con el desempeño histórico de la OEA. 

Adicionalmente resaltó que las afrentas que la OEA ha infligido a los pueblos latinoamericanos bajo la conducción de Luis Almagro, no solamente surgieron en declaraciones diplomáticas, sino que alcanzaron al propio funcionario, pues mientras daba una conferencia sobre libertad de expresión, fue increpado vivamente por un joven, quien le echó en cara su complicidad en el golpe de Estado de Bolivia y el intento de derrocar al gobierno venezolano con el reconocimiento de un personaje desconocido y electo por nadie para el cargo. 

El participante tachó al secretario de la OEA de «asesino» por su respaldo al gobierno de facto de Jeanine Áñez, que masacró a personas inocentes y lo llamó «títere de Estados Unidos» por utilizar el organismo como un instrumento para defender los intereses de Washington. 

El joven fue sacado del recinto por el personal de seguridad y según la grabación del incidente que circula en las redes sociales, al momento de su traslado había sido maniatado. 

El filósofo precisó que Almagro no fue el único abucheado. Apenas segundos después de que el presidente Joe Biden iniciara su discurso inaugural, una mujer lo interrumpió para gritarle –en el audio se distingue «sinvergüenza»–, pero fue rápidamente desalojada del lugar por el personal del Servicio Secreto. 

De acuerdo con el informe oficial, una segunda persona habría tratado de abuchear al mandatario, pero no se divulgaron imágenes ni detalles sobre este evento. 

En paralelo con la Cumbre de Biden, Maduro se va de gira internacional 

En otro costado del análisis de la IX Cumbre de las Américas, Pérez Pirela se refirió a la gira internacional del presidente Nicolás Maduro, pues en su criterio se trató de una respuesta geoestratégica «inteligente» y «elegante» frente a la exclusión de la que fue objeto el país por parte de la administración Biden. 

A modo de contexto refirió que antes de la gira «euroasiática» de Maduro, los países del ALBA celebraron a finales de mayo la XXI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno en La Habana, recorrido que al coincidir con el inicio de la IX Cumbre de las Américas, fue interpretado por propios y extraños como una respuesta contundente al supuesto aislamiento que padece Venezuela por las acciones de Estados Unidos y sus aliados. 

Precisó, asimismo, que la noche del martes (hora de Venezuela), Maduro arribó a Ankara (Turquía) para una visita de Estado por invitación de su homólogo Recep Tayyip Erdoğan, en la que fue recibido con altos honores y suscribió tres acuerdos estratégicos, que según comunicara el presidente venezolano fueron en turismo, agricultura y en materia financiera-monetaria. 

Para dejar claro la relevancia del viaje, enfatizó que «en la geopolítica mundial, ya Turquía ocupa un papel importante (…). Es un país muy importante para las cosas que están sucediendo en el mundo, que ya juega un papel de gran influencia política y diplomática a escala global». 

El analista resaltó que aunque se comunicó que Maduro se ausentaría del país por varios días en «una gira euroasiática», el recorrido ha permanecido en secreto, aunque ya es público que la segunda parada de su viaje fue Argelia, nación del norte de África miembro de la OPEP con la que Venezuela mantiene lazos cercanos. 

Según la declaración conjunta, en adelante, Argel y Caracas elevarán su cooperación estratégica en todas las áreas y en ese orden, Maduro indicó que en sus conversaciones habían repasado la situación geopolítica y habían coincidido en tres temas esenciales: Palestina, el Sahara Occidental y Libia, tres naciones agredidas por la OTAN y sus aliados locales, al tiempo que comentó que habían acordado construir «una poderosa agenda económica». 

De momento, se desconoce cuál será el próximo destino del presidente venezolano, pero al tratarse de su primera gira internacional en varios años y al producirse en paralelo con el desarrollo de la Cumbre de las Américas de la que fue excluido, el viaje está bajo el foco de la prensa, que sigue atenta sus movimientos y declaraciones, comentó 

Represión desatada contra la Cumbre de los Pueblos 

Antes de cerrar la emisión se refirió a la feroz represión desatada por el gobierno estadounidense contra los participantes de la Cumbre de los Pueblos, que como es tradición desde 2005, se celebra en paralelo a la Cumbre de las Américas. 

En este encuentro, explicó, se congregan organizaciones políticas y movimientos sociales de izquierda del continente para debatir agendas comunes relacionadas con las luchas populares desde una perspectiva anticapitalista. 

Para entrar en detalles sobre la trascendencia de esta reunión, rescató lo declarado por la académica mexicana Ana Esther Ceceña a la cadena teleSUR, quien apuntó que aunque siempre la llamada «cumbre paralela» ha sido muy importante, en esta ocasión lo es más porque las organizaciones sociales están reclamando y protestando directamente en los Estados Unidos, al que se responsabiliza directamente de muchos de los sufrimientos que padecen los pueblos del continente. 

La especialista destacó la presencia masiva de dirigentes sociales pertenecientes a poblaciones originarias, que han encabezado las luchas ambientales y para frenar el cambio climático causado principalmente por el Norte global. 

De su parte, el comunicador detalló que este debate ha estado acompañado de actividades de calle. Desde el pasado lunes, decenas de manifestantes rodean el Microsoft Arena como medida de protesta por la exclusión de Venezuela, Cuba y Nicaragua del foro continental y contra las medidas coercitivas unilaterales, en donde han sido reprimidos por la policía. 

Para ilustrar la violencia policial en Los Angeles, relató que la tarde de este miércoles, el Servicio Secreto agredió desproporcionadamente a una mujer que protestaba en las afueras de la sede, poco antes de que arribara el presidente estadounidense, Joe Biden, a la ceremonia inaugural. 

De acuerdo con los registros audiovisuales del incidente, los agentes asaltaron a una mujer que voceaba consignas a través de un megáfono, la arrastraron, la lanzaron contra el piso, la maniataron, la cachetearon y la esposaron, aunque era claro que no representaba ninguna amenaza ni para el mandatario ni para ninguna persona. 

«Grave [que esto pase] en el país de ‘El Tío Sam’, en el país, supuestamente, de las libertades», comentó para concluir. 

(LaIguana.TV)