Los especulativos precios de las toallas postparto, publicada por la trasnacional, Procter&Gamble el pasado 15 de junio donde anuncia la venta de sus productos a “precios justos”, siguen dando de qué hablar. Pues es totalmente notorio, que esta empresa está siendo cómplice para contribuir con la guerra económica instaurada en nuestro país, para atentar contra el gobierno y el pueblo venezolano como lo apuntó la ministra de la mujer, Requena.
Sin lugar a dudas, quienes más sufren de esta guerra, es el pueblo de a pie, quienes trabajan diariamente para el sustento de su hogar, y en este caso particular a las madres, abuelas, tías, todas las mujeres que en cualquier etapa de la vida decidieron pasan por el proceso de la procreación de un ser humano, es decir, del embarazo, parto y crianza.
En este sentido, cabe realizarse las siguientes interrogantes: ¿será entonces, que las toallas postparto no son un producto de primera necesidad? ¿Puede considerarse esto una forma de violencia económica contra la mujer?
Es por ello que a las mujeres venezolanas les hace ruido el espantoso precio de las mencionadas toallas, la cuales están valorizadas por esta trasnacional en bolívares 1 mil 389 respectivamente, con la excusa perfecta de decir que forman parte de un “portafolio importado complementario a las líneas de producto “reguladas”.
Entonces, es aquí cuando a partir de este pretexto, nos damos cuenta que es parte de la contribución para desvirtuar la economía venezolana haciendo comparación notoria con Empresas Polar, cuyo presidente es el empresario, Lorenzo Mendoza, quien con la misma intención produce arroz “saborizado” y harina “extrasuave” para colocarles un precio elevado por ser parte de una línea “premium”, pero no producen la línea de los productos regulados para que el pueblo venezolano pueda acceder a ellos. ¿Por qué será?
Por otra parte, es de suma importancia destacar que en Venezuela se registra un aproximado de 1500 nacimientos diarios, por lo que reiteramos la pregunta planteada: ¿Las toallas postparto son o no un producto de primera necesidad?
Juzgue usted mismo.
(LaIguana.TV)
