Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, criticó a la oficina de Derechos Humanos de la ONU, a la Organización de Estados Americanos y al gobierno de los Estados Unidos por guardar silencio ante la represión desatada por el gobierno de Guillermo Lasso en Ecuador en contra de movimientos sociales indígenas que se han volcado a las calles para exigir mejores condiciones de vida a Quito, que ya ha dejado al menos cuatro muertos y varias decenas de heridos.

«Cuando aquí en Venezuela montaban guarimbas, asesinaban venezolanos y venezolanas –la violencia de la derecha–, condenaban al gobierno y a un pueblo; en Bolivia vino esta señora [Jeanine Áñez] y dio un golpe de Estado, después asesinaron a una cantidad de compañeros, hermanos bolivianos: silencio absoluto (…); hoy, en Ecuador, se repite la historia: acusan a los manifestantes de cualquier barbaridad», cuestionó el también diputado en la rueda de prensa semanal de la tolda roja.

En juicio de Cabello, las manifestaciones antigubernamentales que sacuden la nación andina desde hace 15 días, son el resultado de «gobiernos que llegan amarrados con una receta del neoliberalismo más bestial, más crudo», por lo que cuando «el pueblo sale a protestar, el gobierno no tiene fuerza (…) ni para sentarse a hablar con los movimientos, no tiene nada que ofrecerles» salvo «represión».

El parlamentario deslizó como causa probable de las agresiones perpetradas por la fuerza pública de Ecuador contra los manifestantes el hecho de que, en sus dichos, los instructores de la Policía Nacional de Ecuador antes cumplieron la misma labor en Colombia, país en el que la Policía no es un órgano de seguridad ciudadana sino una rama de las Fuerzas Armadas.

El dirigente recordó antes de la llegada del expresidente Rafael Correa al poder, la inestabilidad política fue moneda corriente en Ecuador, donde hubo una sucesión de golpes de Estado y un número casi idéntico de presidentes.

Esta situación, a su juicio, también se extendía a naciones como Bolivia o Venezuela y solo cesó con los mandatos de Evo Morales y Hugo Chávez, respectivamente. «No es que aquí que porque había elecciones, había paz. Aquí había una gran represión contra el pueblo», agregó en relación con el caso venezolano.

Para insistir en el doble rasero de los organismos internacionales con respecto a la observancia de los derechos humanos en los distintos países, comentó los recientes incidentes en los que se vio involucrado el exdiputado Juan Guaidó, que derivaron en trifulcas aparentemente provocadas por fracciones rivales de la oposición y que merecieron sendos comunicados del Departamento de Estado de los Estados Unidos y de la Unión Europea, respectivamente, en los que se manifestaba «preocupación» por lo sucedido.

«Nada, de Ecuador no dicen nada. Nosotros sí decimos: que sean respetadas las vidas de los compañeros, hermanas y hermanos indígenas del Ecuador, que se les garantice el derecho que tienen a hacer los reclamos que correspondan», contrastó.

Por último, al ser inquirido sobre la determinación de una fracción del Congreso ecuatoriano para avanzar una destitución de Guillermo Lasso, la disolución del Parlamento y la convocatoria a nuevas elecciones generales, Cabello prefirió mantenerse al margen.

«Ahora, ¿qué van al Congreso? Eso está establecido en la Constitución de ese país. Nosotros no nos metemos en los asuntos internos, lo que no nos podemos quedar es callados ante los atropellos contra un pueblo. Eso no lo podemos hacer. Ahora, en los asuntos internos, cómo van a arreglar su problema, lo deciden ellos de acuerdo a la Constitución y a las leyes que ellos tengan», remató.

(LaIguana.TV)