El deceso de Eduar Antonio Leal, un venezolano de 26 años que decidió abandonar Ecuador para labrarse un futuro en los Estados Unidos y que perdió la vida el pasado 6 de julio mientras cruzaba el Río Bravo, conmocionó a la comunidad de migrantes venezolanos en el país norteamericano y motivó a los administradores del portal Panas de Utah a contactar con Jaimar Oviedo, su joven esposa, que amablemente compartió su testimonio a través de una entrevista escrita.

Oviedo, una venezolana de 20 años, relató que conoció a Eduar en Ecuador en 2019. El muchacho había nacido en Carache (Trujillo) y antes de radicarse en el país andino administraba un puesto de verduras en un mercado local.

«Salió de Venezuela, como ya se sabe, por la situación en la que está el país. Ya tenía tres años acá en Ecuador, trabajaba igualmente en un mercado mayorista con ventas de papas. Era cargador en diferentes puestos», contó la muchacha.

El joven matrimonio tiene una hija de un año y por lo que se desprende del tipo de trabajo que realizaba Eduar, sus ingresos no eran abundantes. Por eso, aún sin tener nada seguro, el trujillano decidió buscar mejores condiciones de vida para su familia en los Estados Unidos, con la promesa de poder alojarse en la casa de su hermana, versión que fue confirmada al medio por otros familiares.

Jaimar refirió que 1º de junio de 2022, Eduar partió de Ecuador rumbo al norte con un grupo que haría el recorrido por tierra. La travesía implicó el tránsito por la Selva del Darién, considerada uno de los pasos migratorios más peligrosos del mundo, en el que estuvieron inmersos siete días.

«Pasaron cosas muy feas, por lo que nos contó. De ahí en adelante siguió a Panamá, logró seguir en carro haciendo transbordo en cada país», precisó. El grupo pasó por Costa Rica, El Salvador, Honduras, Guatemala y México, en un viaje de más de un mes.

Ya en tierras aztecas, Oviedo relata que «les tocó dormir en plazas, ya que no tenían para quedarse en hoteles. El domingo 3 de julio se fueron a Piedras Negras –ciudad fronteriza del estado de Coahuila–, para así poder cruzar el río, donde ya estaba solo con cuatro compañeros, ya que los otros se fueron por otro lugar».

Según el testimonio de otro familiar recogido por Panas de Utah, la tragedia se produjo porque al momento de hacer el cruce en el río, las corrientes estaban muy fuertes, y «venían solos, no tenían buena orientación».

Por su parte, Jaimar aseguró que aunque habían dispuesto de fondos para pagarle a un coyote, «en México, algunos oficiales o no sé exactamente quién de las personas, les quitó todo el dinero que habían pedido antes de llegar a Piedras Negras, por lo que decidieron irse por cuenta propia».

Del cuarteto, dos sobrevivieron, aunque terminaron siendo arrestados por las autoridades fronterizos. Uno de ellos es su primo y alcanzó a avisarle que su esposo había perecido en el intento de cruzar el Río Bravo hacia los Estados Unidos. La segunda víctima aparentemente respondería al nombre de Antonio Lima, pero la información no ha sido confirmada.

Los familiares de Eduar Leal en los Estados Unidos constataron legalmente su deceso y aspiran repatriar su cuerpo a Venezuela, pero aún no está claro si podrán hacerlo. Si esto se concretara, Jaimar dijo que viajaría hasta su país natal para despedirse de su esposo.

(LaIguana.TV)