Un trabajador de la empresa distribuidora de bebidas Insular Canaria, en Tenerife (España), ha sido despedido por cometer una «falta muy grave» tras un incidente al pedir agua dos veces durante la jornada laboral en medio de la ola de calor que azota al país. 

Según relata el exempleado, todo ocurrió cuando solicitó agua a su encargado, que se negó porque «estaba con otra cosa urgente», añadiendo que, «en cuanto pudiera le hacía el traspaso del agua», proceso que implica registrar en el sistema las botellas que son retiradas de la mercancía para ser entregadas a los trabajadores, recoge la Cadena Ser. 

Sin embargo, tras una larga espera, el hombre «harto de la situación de tener que estar rogando agua», se quejó al jefe del equipo, quien le explicó que había botellas disponibles en otra nave, pero que si no quería desplazarse hasta el lugar, tenía que esperar a que el jefe de almacén le proporcione el agua al terminar el turno de trabajo. 

Ante tal situación, de acuerdo con la carta de despido, el empleado perdió la paciencia, dio un portazo en su sitio de trabajo, gritó e insultó al jefe de almacén, actitud que la empresa calificó de una «falta muy grave», que condujo a la medida disciplinaria. 

Para la abogada laboralista de la Unión General de Trabajadores (UGT), Rosa García, la acción podría tratarse de un despido improcedente o nulo, recordando que las normativas vigentes establecen que las empresas tienen que garantizar las condiciones mínimas de seguridad y salud en el trabajo a todos los empleados, lo que incluye que el agua sea «fácilmente accesible», mientras que, «en la carta de despido se menciona un protocolo». 

Por su parte, la empresa Adecco, a cargo de la contratación, negó que el despido haya ocurrido por pedir agua, sino por la «actitud violenta» del trabajador, agregando que sus empleados siempre tienen el líquido disponible. 

(RT)