El monumental desfalco a Monómeros que lideró el exdiputado Juan Guaidó fue recientemente reconocido por la Comisión Permanente de Contraloría de la Asamblea Nacional de 2015, la cual concluyó en su “investigación” el daño que ocasionó a la empresa la directiva ac hoc designada por ese mismo Parlamento en el marco del interinato. 

Las responsabilidades, de acuerdo con las conclusiones presentadas, apuntan hacia el gerente general de Monómeros, Guillermo Rodríguez Laprea, y la presidenta ad hoc de Pequiven, Diana Bracho. 

“Rodríguez Laprea suscribió en su carácter de gerente y representante legal de la empresa Monómeros, un Acuerdo de Colaboración Empresarial con la empresa LyonStreet, de dudosa solvencia técnica y financiera, contrato que fue suscrito hasta por 15 años, no obstante, las observaciones contrarias a su criterio, de que la firma del acuerdo no se materializaría en esas condiciones”, indica el informe. 

Asimismo, destaca que, de acuerdo con los estatutos éticos y legales, “no podía, Rodríguez Laprea firmar un acuerdo, ahora como alto funcionario de Monómeros con una empresa a la cual representó anteriormente para proponerle un negocio jurídico a Monómeros. Recordemos que la empresa Kapokar y LyonStreet tenían los mismos accionistas”. 

En otro pasaje del informe se detalla que “Monómeros recibió un rudo golpe reputacional que creó la desconfianza de los proveedores, la banca nacional e internacional y de la propia Superintendencia de Colombia que optó por someterla a su control en protección a la misma”. 

“El ciudadano Rodríguez Laprea para justificar el descalabro de la empresa Monómeros, sin duda muy bien asesorado en materia comunicacional, matizó el lema de una supuesta ‘toma hostil para apoderarse’ de Monómeros”, recalcó. 

En ese sentido, se devela en el texto que el “Acuerdo de Colaboración Empresarial” le transfería a LyonStreet casi todas las competencias de Monómeros. En el caso del reparto de beneficios y utilidades, “40% sería para Monómeros y 60% para LyonStreet”. 

Diana Bracho-Pequiven 

En el caso de Bracho, la Comisión Permanente de Contraloría concluyó que también le recaen responsabilidades en el marco de su cargo como presidenta ah hoc de Pequiven. 

En concreto, indican que “por hacer caso omiso a cuatro oficios que le fueron dirigidos por Guaidó, cuyas fechas y contenidos constan en los documentos recibidos y analizados en los cuales se le gira instrucciones para que proceda a la reestructuración de la empresa Mónomeros. Y uno de ellos solicitándole presentar a la directiva de la Asamblea Nacional una terna de empresas cazatalentos para seleccionar el mejor recurso humano que pudiera asumir la conducción de la junta directiva de Monómeros. Igualmente, contratar una auditoría externa para esa misma empresa”. 

Esta huida hacia delante de dicha comisión se produce a días del ascenso de Gustavo Petro a la presidencia de Colombia, quien ha asegurado en público que su antecesor entregó la empresa venezolana a Guaidó para que se la robaran y ha declarado que conversó sobre el estatus de la productora de fertilizantes con el presidente Nicolás Maduro. 

El gobierno del presidente Nicolás Maduro ha denunciado los manejos irregulares en Monómeros, que aparentemente habrían sido perpetrados con el contubernio de Bogotá, interesada en el control de la empresa en virtud su rol estratégico en la producción del campo colombiano. 

(LaIguana.TV)