El gobierno de Gabriel Boric ha recibido una contundente derrota con el resultado del plebiscito sobre la Constitución y por esa razón debe abrirse a cambios sustanciales para afrontar los siguientes tres años, advirtió el analista político chileno Gabriel Gaspar, en una primera aproximación al balance de la jornada de consulta popular en la que la opción Rechazo se impuso con más de 60% de los votos.

“La ciudadanía chilena, además de opinar sobre el proyecto de Reforma Constitucional, también emitió una opinión respecto a la marcha del país, empezando por una valoración del primer semestre de la administración del presidente Gabriel Boric.  Esto incluye aspectos de la realidad que van más allá de la discusión sobre el nuevo pacto social”, expresó Gaspar para La Iguana.TV.

Gaspar es politólogo egresado de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales y con doctorado de la Universidad Nacional Autónoma de México, y ha desempeñado importantes cargos internos y diplomáticos como subsecretario de Guerra (2000- 2006), subsecretario para las Fuerzas Armadas (2014-2015), embajador de Chile en Colombia y Cuba y embajador en misión especial para la disputa marítima con Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia. 

“El categórico resultado del plebiscito tiene múltiples lecturas. Numérica, política y comunicacional. Numéricamente refleja un abismo comparado con el plebiscito de entrada (79 % de respaldo), lo que indica que, sin lugar a dudas, que el desempeño de la Convención Constitucional es en gran parte responsable de este cambio –aseveró-. Las extravagancias, el narcisismo y una cierta visión mesiánica de una parte de los convencionales impactaron fuertemente a la sociedad. El triunfo del Rechazo es de alguna manera una reacción ante la violación de sensibilidades muy profundas de la gente. En suma, la Convención no resolvió la cuestión constitucional y creo las condiciones para que la sociedad rechazase el proyecto de nueva Constitución”.

En el plano político, a su juicio, se produjo una contundente derrota del oficialismo, y de la corriente que se impuso dentro de la coalición que llevó a Boric a la presidencia. “Estamos ante una fórmula (integrada por el Frente Amplio y el Partido Comunista) que obtuvo el 25 % en la primera vuelta, que sumó un 55 % en la segunda con votos del llamado socialismo democrático, pero que en gran parte impuso su sello como si hubiera ganado con votos propios. Estamos ante un gobierno que no tuvo luna de miel, que aterrizó con los dientes y que ahora tendrá que entrar a abrir el motor y hacer un ajuste mayor  por lo que es probable que haya una recomposición de la fórmula y del equipo de gobierno que le permita ampliar su base de sustentación”, pronosticó. 

“Comunicacionalmente el oficialismo ha quedado a la defensiva y deberá operar con presteza si pretende recuperar la iniciativa política –prosiguió el desglose-. Ello tiene que ver con construir una formula con sectores de la oposición para abrir una segunda fase del proceso constituyente. Esa fórmula no está para nada definida y es claro que para ello dependerá de su relación con los partidos y especialmente con el Congreso”.

El tema constitucional no está cerrado

Observó que el resultado deja muchas interrogantes abiertas y expuso algunas de ellas: “¿Predominarán las tendencias conciliadoras en materia constitucional? ¿O se impondrán los maximalismos?  ¿Recuperará el Estado el pleno control del territorio? ¿Podrá la oposición superar sus diferencias y construir una alternativa en materia constitucional? Chile enfrentará una primavera con desafíos políticos y económicos de magnitud.  Estas y otras son las interrogantes que se abren para este fin de año, pero irán más allá y probablemente acompañen también a los más de tres años que tiene por delante la administración Boric.  Se inicia un nuevo capítulo de la disputa por la Nación”.

Para el politólogo, “el telón ha caído, pero se equivocan quienes piensan que el tema constituyente chileno está definido. En realidad, hemos pasado a una nueva etapa de este. Al mismo tiempo, se equivocan también quienes interpretan el resultado como un debate esencialmente jurídico – político, sin atender la coyuntura en que se dio, y al proceso que lo precedía”.

Opinó que, además del proceso constituyente propiamente tal, Chile debe abordar el tema de la pérdida de control del territorio y de las fronteras que por diversas causas ha experimentado el Estado chileno, incluyendo un aspecto fronterizo y de seguridad. 

La recuperación económica

Otro aspecto que deben enfocar la sociedad y las autoridades chilenas es, de acuerdo al análisis de Gaspar, la demanda de reactivación y normalización económica que abarca a trabajadores, empresarios y consumidores. 

“La economía chilena resintió el estallido social de octubre del 2019, luego las extenuantes cuarentenas que impuso el covid, y este año, los impactos de la guerra en Ucrania. Para una economía abierta al mundo y que depende del mercado global eso es mucho –dijo-. La historia es muy parecida al resto de los países del continente: escasez de algunos productos, encarecimiento de otros (energía y alimentos), ruptura de la cadena logística, inflación y probablemente, una próxima recesión. Chile no experimentaba inflación desde hace unos 30 años, en la actualidad, la inflación anualizada supera el 12% y puede subir. El tipo de cambio se dispara, con ello la tasa de interés y el crédito se encarece”, alertó.

(Clodovaldo Hernández / LaIguana.TV)