Los factores de la ultraderecha están llegando al poder luego de que gobiernos de falsa izquierda les abren el camino, alertó el sociólogo descolonial Ramón Grosfoguel en una nueva tertulia con Miguel Ángel Pérez Pirela, en el programa Desde Donde Sea

Según el pensador puertorriqueño, cuando los gobernantes caracterizados como de izquierda se niegan a realizar verdaderos cambios en la estructura del Estado burgués, lo que logran es darle fuelle a las opciones fascistas. 

A continuación, una parte de la conversación entre Grosfoguel y Pérez Pirela: 

Miguel Ángel Pérez Pirela (MAPP): La puja contra el Estado moderno capitalista en Venezuela comenzó con el proceso constituyente y así se lograron importantes avances. En Chile, la fuerza popular llevó a un proceso constituyente, que costó vidas y graves lesiones a jóvenes chilenos. Esa Constituyente lleva al poder a Gabriel Boric, no al contario, pero es Boric quien la hace abortar. Es algo imperdonable desde el punto de vista histórico. Allí, el Estado moderno con una lógica colonial, se tragó a Boric en apenas semanas. 

Ramón Grosfoguel (RG): Claro que sí. Basta ver que está reprimiendo a los mapuches de la misma manera brutal, haciendo todos los días lo mismo que siempre hizo la derecha pinochetista. Y está reprimiendo marchas en el propio Santiago que procuraban conmemorar la ola de protestas que lo llevó a él al poder. Es una pseudoizquierda 

MAPP: Una pseudoizquierda que acabó nada menos que con una Constituyente y ahora, si es que se produce algún cambio constitucional, tendrá que ser pactado con los factores del Estado moderno pinochetista. 

RG: Es patético, y lleva a preguntarse si deberíamos seguir usando categorías como “izquierda” para caracterizar un movimiento como el de Boric. Eso nos confunde más que otra cosa porque, en realidad, estamos hablando de un gobierno de derecha barnizado de izquierda. Las políticas no han cambiado. La política neoliberal sigue. El ministro de Economía es un neoliberal reconocido. La represión hacia el movimiento popular sigue. Esa gente llegó a contener la radicalidad de las exigencias populares. Y si tú lo que vienes es a traicionar al movimiento popular que te puso allí, eres más peligroso que la misma derecha. 

MAPP: Muchos creímos en una especie de nueva oleada de las izquierdas y celebramos con cierta esperanza la llegada de un Boric al poder en contra de un nazi. La doctora Ximena González Broquen, una de las cabezas de la Escuela Descolonial de Caracas nos advirtió en su momento que era una ilusión muy peligrosa. Y resultó que tenía razón. ¿Será que, como tú lo decías en un anterior programa, las lógicas de dominación imperial sobre Latinoamérica incluyen el nacimiento de una “izquierda” que va a perpetuar el Estado moderno, en este caso, el Estado pinochetista chileno? ¿Cómo queda el poder popular ante estas maniobras? 

RG: Pareciera una nueva estrategia. Y surge algo a lo que tenemos que prestarle atención en los próximos años en América Latina, y es qué contenido debemos promover desde las izquierdas en este momento histórico. Tenemos que asumir conciencia de este tipo de líderes de “izquierda” que son fotocopias de la derecha, como decía el famoso fascista francés Le Pen. Lo que ocurre es que cuando estas pseudoizquierdas llegan al poder, imitan las políticas autoritarias, xenófobas y represivas de toda la vida de la derecha y la extrema derecha. No llegan allí para interrumpir las políticas de dominación y construir algo que vaya a empoderar al pueblo, como lo planteó Hugo Chávez en el Golpe de timón, sino que llegan a reproducir las mismas políticas de la derecha porque entran en una lógica electorera. Se hacen la ilusión de que, si imitan las políticas de la derecha, en las próximas elecciones tanto la izquierda como la derecha van a votar por ellos. Y eso no es lo que pasa. Por el contrario, si se revisa caso por caso, lo que suele pasar es que antes de que gane un gobierno de ultraderecha ha habido uno de pseudoizquierda que son fotocopias de la derecha. Llegan las elecciones y la gente dice: “para qué votar por la fotocopia, mejor voto por el original”. Lo que está pasando en España es un ejemplo de esto: el gobierno de PSOE-Podemos ha logrado que la extrema derecha crezca vertiginosamente en el Estado español. Acaba la OTAN de asumir un postulado de que los migrantes forman parte de la seguridad nacional de los países europeos. Es la guerra a muerte contra los migrantes, y quien lo impulsó fue Pedro Sánchez. Después, si Vox o el PP ganan las siguientes elecciones, se van a quejar, pero es que ellos están cavando su propia fosa al hacer política de extrema derecha. 

MAPP: Y en Latinoamérica, por ahí se nos puede ir todo. 

RG: Claro, luego de un gobierno tibio como el de Boric, no sería sorprendente una derrota ante la extrema derecha. 

MAPP: En esto tiene mucho que ver el tema teórico porque no es normal esta confusión que se está dando: Ucrania y Zelenski, con Azov al lado, es sinónimo de democracia; en Italia gana la extrema derecha y dicen que es centroderecha; un Boric cuya principal preocupación son los derechos humanos en Venezuela… Es una confusión, para mí intencional, de ideologías, términos, un dominó todo revuelto en el que Kissinger y Trump terminan siendo los paladines de la paz mundial. Esta confusión no es normal. 

RG: Hay un video de la CIA en el que aparece una mujer de origen mexicano que habla de la interseccionalidad, un concepto que acuñaron las feministas negras para referirse a la multiplicidad de opresiones que existen en este sistema civilizatorio. En este caso se trata de que la CIA utiliza causas de izquierda, como el feminismo, el ecologismo, las luchas LGTB, y las incorpora financiando fundaciones y ONG para ir contra los gobiernos progresistas y antiimperialistas. Es una cosa perversa: el sistema imperialista que es la materialización de todas esas jerarquías de dominación, financian estas causas que han venido históricamente de la izquierda para ir contra gobiernos progresistas. Es una estrategia magistral diseñada desde Washington. Los ves movilizados contra los gobiernos antiimperialistas, nunca contra los que están arrodillados frente al imperio. Así vemos un feminismo que debería ser antiimperialista, pero es proimperialista; un ecologismo proimoperialista, es un movimiento LGTB proimperialista. En realidad, el sistema imperialista es lo opuesto a todos esos derechos, es la violación más rotunda de todos los derechos que uno pueda imaginar. Lo que debemos hacer es enmarcar todas estas luchas en un proyecto antiimperialista. 

(LaIguana.TV)