El filósofo y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela, en su programa Desde Donde Sea, destacó que, a pesar de la muy debatible «bonanza» económica estadounidense, la prolongación de la guerra en Ucrania en un contexto de crisis económica y recesión de la mayor parte de las economías del norte global también impone desafíos para esas naciones.
Mucho del dinero ofrecido a Ucrania no ha llegado a su destino y en ningún caso se puede asumir que se tratará de generosas donaciones, sino de deudas que amenazan en comprometer a varias generaciones de ucranianos con el Fondo Monetario Internacional, la Reserva Federal, el gobierno británico y el Banco Central de Europa.
«Aquí no hay nada de gratis. En la guerra no hay nada de gratis: cada bala, cada dólar va a tener que pagarla Ucrania», fustigó, antes de referir que el presidente Volodímir Zelenski no cesa de demandar más y más fondos –aunque antes de la guerra era considerado uno de los gobiernos más corruptos de Europa–, amparándose en la cuestionable premisa de la derrota militar rusa en el campo de batalla y en la supuesta defensa de los valores occidentales.
En contraste con la postura de Washington, Pérez Pirela advirtió que aunque en el seno de la Unión Europea, la posición de respaldo a Ucrania sigue siendo mayoritaria, sus economías han resultado bastante más golpeadas por el conflicto que la estadounidense y lo estarán aún más el próximo año, cuando la recesión toque las puertas del bloque.
(LaIguana.TV)