La Unión Europea analiza solicitar al gobierno estadounidense nuevas exenciones que le permitan a empresas europeas exportar petróleo venezolano sin infringir las restricciones impuestas por Washington, dijo a EFE este viernes un alto funcionario del bloque.

El vocero, cuyo nombre permaneció en reserva, precisó que aunque Bruselas no ha sancionado el crudo de Venezuela, sí lo hace Estados Unidos, que en data reciente ha otorgado licencias de operación «a algunas empresas, incluidas dos empresas europeas».

«Podemos hablar con ellos para decir que queremos que estas exenciones sean mayores y más significativas», precisó.

En su decir, esta solicitud no está motivada exclusivamente por la «hipotética necesidad de petróleo» en el continente por causa de las medidas coercitivas impuestas sobre los hidrocarburos rusos, sino que pretendería beneficiar al pueblo venezolano.

«Es algo que necesitamos para financiar muchas actividades humanitarias y sociales en Venezuela», aseguró el informante. «En los próximos meses tendremos noticias sobre Venezuela y las seguiremos muy de cerca», agregó.

La narrativa de la UE sobre Venezuela se mantiene

La agencia española puntualiza que Venezuela no figura en la agenda que discutirán los ministros de Exteriores de la UE el próximo lunes, aunque destaca que «fuentes comunitarias» monitorean a diario la situación del país.

«Hablamos con ellos, tanto con ‘el régimen’ como con la oposición, con bastante frecuencia desde aquí, desde Bruselas», sostuvieron estas fuentes, que refirieron que su interés obedece a su preocupación por «el futuro y la situación de Venezuela».

Pese a los documentados signos de recuperación económica, estas personas insistieron en calificar la realidad venezolana en términos de «la crisis humanitaria más grave de América Latina» y «una de las más graves del mundo».

Para ellos, en la actualidad se sucede un «reposicionamiento de la oposición», aunque no argumentaron en qué basaban su apreciación, que no se compadece con lo registrado por firmas encuestadoras locales ni con los más recientes movimientos geopolíticos, que incluyen la asistencia del presidente Nicolás Maduro a la COP27 y conversaciones directas con su homólogo francés, Emmanuel Macron.

El resultado de este último intercambio se concretó este viernes, con la concurrencia en París del presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, y del delegado de la Plataforma Unitaria, Gerardo Blyde, para discutir la reanudación de las negociaciones en México, pausadas desde octubre de 2021.

Además de Macron, Rodríguez y Blyde, en la ronda participaron los presidentes Gustavo Petro (Colombia) y Alberto Fernández (Argentina), así como un representante del Reino de Noruega, país que funge como garante del diálogo.

Trascendió que Fernández se comprometió a «acompañar» a Venezuela en su solicitud de levantamiento incondicional de todas las restricciones que la Casa Blanca ha impuesto sobre la economía venezolana, al tiempo que Petro, además de pedir el fin del bloqueo, propuso un proceso de amnistía general para los encarcelados por razones políticas así como garantías pre y postelectorales para todos los actores.

Desde Bruselas destacaron que siguen apostando por la «vía electoral» en Venezuela, aunque no dejaron de mencionar que la Misión de Observación Electoral que concurrió a los últimos comicios elaboró un informe «muy sustancial sobre lo que hay que cambiar en el sistema electoral» venezolano.

En línea con estas expresiones, las «fuentes comunitarias» aseguraron a la agencia española que la situación interna es «muy difícil en términos sociales» y afirmaron que no se respetan los derechos humanos ni las libertades políticas o el Estado de derecho.

EEUU no levantará fácilmente las sanciones

Aunque mandatarios como Petro o Fernández insistan en la imperiosa necesidad de poner fin a todas las sanciones que se han impuesto a Venezuela, la retórica estadounidense hace pensar que ello no ocurrirá en el corto plazo, si bien por otro lado desde hace varios meses circulan informes mediáticos que refieren lo opuesto.

A inicios de octubre, el presidente Joe Biden expresó que Venezuela tendría que hacer «mucho» para que su administración aliviara las coerciones, a las que deliberadamente presentó como afectaciones hacia el gobierno de Nicolás Maduro y no sobre el país como un todo.

De otro lado, The Wall Street Journal y otros medios como Bloomberg o Reuters han adelantado que el gobierno estadounidense se está preparando para autorizar las operaciones de Chevron en Venezuela, una decisión que se ha valorado como necesaria para que el crudo venezolano pueda llegar nuevamente a los mercados de Europa y los Estados Unidos.

Asimismo, voceros de distinto cuño han dicho en diversas oportunidades que la Casa Blanca condicionó el levantamiento de las sanciones a la reanudación de las conversaciones entre el Gobierno Bolivariano y el sector de la oposición que respalda Estados Unidos.

Además han dicho que en las negociaciones se deben derivar las condiciones que regirán en los próximos comicios presidenciales, previstos constitucionalmente para 2024.

EFE concluye su informe recordando que los funcionarios estadounidenses consultados por The Wall Street Journal «dijeron que aún se están discutiendo los detalles y advirtieron de que el acuerdo podría fracasar al depender de que los principales asesores de Maduro reanuden las conversaciones con la oposición de buena fe».

(LaIguana.TV)