El columnista Max Boot expresó en un artículo publicado en The Washington Post que la derrota de los demócratas en el estado de Florida (EEUU), en las elecciones de medio término, hace posible una formulación de cambio de política hacia Cuba y Venezuela.

“El presidente Biden, sin esperanza de ganar el estado en 2024, ahora es libre de seguir políticas más pragmáticas hacia Cuba y Venezuela, en lugar de atender a los electorados políticamente poderosos de cubanoamericanos conservadores y venezolanoamericanos en el sur de Florida”, señaló.

El columnista añadió que “en parte debido a los riesgos políticos involucrados, Biden ha tardado en revertir las campañas de ‘máxima presión’ de (Donald) Trump contra Cuba y Venezuela”.

Así, respecto a Cuba recordó que fue en mayo de 2022, tras más de un año en su cargo, que Biden relajó algunas sanciones a dicho país. Sin embargo, precisó, “no llegó a volver a la política de Obama de 2014 de normalizar las relaciones y ha mantenido la ridícula designación de Trump de Cuba como estado patrocinador del terrorismo”.

Sobre Venezuela, Boot señaló que el mandatario estadounidense “ha sido aún más lento en revertir el enfoque fallido de Trump” hacia el país suramericano.

Tras mencionar el permiso otorgado por EEUU a Chevron para reiniciar sus operaciones en la nación suramericana, posterior a la reanudación del diálogo entre el Gobierno venezolano y la oposición en México, el escritor indicó: “Un funcionario de la administración me dijo que se producirá una mayor relajación de las sanciones si Venezuela avanza más en derechos humanos”.

A este respecto, consideró que “es la política correcta a seguir porque durante mucho tiempo estuvo claro que la presión de EEUU no iba a derrocar” al gobierno de Maduro.

En este orden de ideas, comentó que “la política actual ha empeorado la vida de los venezolanos comunes”, y agregó que “ha exacerbado la crisis migratoria en Estados Unidos (…) Pero la presión de Estados Unidos no ha sacudido el poder de Maduro”.

Para Boot, “es hora de un enfoque diferente, sin tener que preocuparse por el impacto en la política de Florida”.

(LaIguana.TV)