El tope de 60 dólares por barril impuesto por el G7 al petróleo ruso no tendrá un efecto a largo plazo en el valor del crudo, declaró el portavoz de Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby. Agregó que la medida no busca eliminar a Rusia del mercado global de petróleo. 

«No creemos que [el tope] vaya a tener un impacto a largo plazo en los precios globales del petróleo», afirmó el funcionario en rueda de prensa. 

El tope de 60 dólares para cada barril de crudo producido en Rusia entró en vigencia este 5 de diciembre. 

Los países miembros de la OPEP+ decidieron, el pasado 4 de diciembre, mantener sus niveles actuales de reducción en dos millones de barriles de crudo al día. El anuncio llega luego de que el G7 y la UE se negaran a adquirir petróleo ruso a un precio mayor que 60 dólares por barril. 

El pasado 24 de noviembre, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, dijo que Moscú no suministrará petróleo a los países que se sumen a la medida de imponer un tope a los precios del combustible ruso. Antes de que la medida fuera acordada, el presidente ruso, Vladímir Putin, declaró que Rusia no suministrará nada al exterior que perjudique sus intereses.

(Sputnik)