Como resultado de la reanudación del diálogo entre el Gobierno venezolano y la oposición, el 26 de noviembre de este año Estados Unidos anunció la autorización a la petrolera Chevron para retomar operaciones en Venezuela.

Según el Departamento del Tesoro, la medida refleja la política de largo plazo de la administración gringa «de proporcionar un alivio de sanciones específico basado en pasos concretos que rebajan el sufrimiento del pueblo venezolano».

Tres días después de esta autorización el vicepresidente sectorial de Economía y ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, sostuvo una importante reunión de trabajo con el presidente de Chevron, Javier La Rosa.

Luego, el 2 de diciembre la estatal Petróleos de Venezuela, S.A. (Pdvsa) y la compañía estadounidense finalmente suscribieron los contratos para la continuidad de las operaciones y las actividades de producción de Chevron en el país.

Al respecto, el presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció que «muy pronto» la trasnacional estadounidense «estará produciendo petróleo en Venezuela».

«La empresa Chevron es la empresa de los Estados Unidos y tiene 100 años produciendo petróleo en Venezuela. (…) Hemos firmado los contratos en el marco de la Constitución, de las leyes y muy pronto Chevron estará produciendo petróleo y ese petróleo irá a los mercados del mundo. Petróleo extraído y producido en Venezuela», precisó el mandatario el pasado 6 de diciembre.

Por su parte, el presidente de la Cámara Petrolera de Venezuela, Enrique Novoa, enfatizó que la flexibilización de las sanciones a la petrolera estadounidense Chevron contribuirá al impulso de la producción de petróleo nacional.

Igualmente, explicó que dicha medida permitirá más empleos y oportunidades para las empresas de servicios transversales: logística, hotelería, transporte e insumos. “Verdaderamente va a repercutir en la dinámica de la economía en términos generales y podría aportar al PIB del año 2023”, recalcó.

(LaIguana.TV)