Los hermanos venezolanos Rodríguez Siso (Miguel, Carlos, Ricardo y John) volvieron al país con su nueva empresa CABA Corporation. Hijos del terrateniente tabacalero y ministro de Agricultura de Rómulo Betancourt, Miguel Cornelio Rodríguez Viso, son reconocidos desde la primera década del siglo XXI por sus producciones audiovisuales que sirvieron de propaganda para las conspiraciones golpistas contra el proceso revolucionario.

De acuerdo con La Tabla, a principios de la década del 2000 “brillaron en una interminable campaña política” para tratar de “liquidar la preferencia popular por la Revolución Bolivariana y su líder, el comandante Hugo Chávez”.

En este sentido, refiere el portal, durante 2001 y 2002 realizaron dos producciones musicales: la primera con motivo del ataque a las Torres Gemelas, en septiembre de 2001, “que puso a cantar a los más populares intérpretes y músicos una azucarada melodía que se convirtió en el himno de la primera fase del golpe petrolero”.

Se trata del tema “Canto por la vida”, que reunió en una sola voz a Gualberto Ibarreto, Oscar D´León, Ricardo Montaner, Guillermo Dávila, Soledad Bravo y Cecilia Todd. Dicha producción audiovisual contenía frases como “decimos que no a la violencia”, que eran acompañadas por fotos de soldados venezolanos.

La segunda creación musical fue en abril de 2002, utilizada para justificar el golpe del 11 de abril. En la misma, aparecían los hermanos Servando y Florentino Primera, “cantando una supuesta carta del Libertador, en la que cuestionaban la división que habría generado el chavismo y desconocían su carácter bolivariano”.

Según el medio, “luego de la derrota del sabotaje petrolero en enero de 2003, los hermanos Rodríguez Siso se inventaron otra para lavarle la cara a los canales de televisión y a sus artistas y figuras, cuyo prestigio se había erosionado por su acción golpista”. De allí surgió “La Colmena de la Vida”, un proyecto para dar atención a niños en situación de calle, “con una alta proyección gracias a un espectáculo sabatino que unificaba las pantallas y los artistas de todos los canales de televisión nacional”.

“Lo llamaron Telecorazón y su objetivo era recaudar fondos para financiar la obra de caridad. Se realizó anualmente de 2003 a 2008, pero la atención a los niños terminó con denuncias de maltratos, negligencia y apropiación fraudulenta de los recursos”, subraya La Tabla.

Además, explica que durante ese período las compañías de los hermanos, AIP Asesores de Imagen Pública y Prosivisión, participaron en la campaña de Manuel Rosales para la elección presidencial de 2006, así como en campañas de gobernadores y alcaldes.

Ahora bien, el medio destaca que, luego de una década fuera del país, en la que dicen haber consolidado una organización global llamada Public Integtrated Comunications (PIC), los Rodríguez Siso regresaron a Venezuela, pero “no por el negocio del mercadeo político sino por otros más tangibles”.

Específicamente, según datos en sus sitios web, los hermanos ya están operando en la Torre Tamanaco de Las Mercedes mediante CABA Corporation, que ofrece servicios para promover negocios en áreas tan disímiles como petróleo y gas, alimentos frescos y distribución de vinos y productos gourmet.

Como dato de interés, La Tabla comenta que los hermanos están usando para su nuevo emprendimiento el mismo número telefónico de la oficina de la compañía de medios y publicidad PIC en la capital venezolana.

“Además, el titubeo de quien responde el teléfono (no parece una recepcionista profesional) al atender las preguntas de un eventual inversionista no causa la mejor impresión. ¿Vienen realmente por negocios?”, cuestiona el portal.

Otra información importante resaltada por el medio es que Carlos Rodríguez Siso fue quien recomendó a través de una carta a Guillermo Rodríguez Laprea para la gerencia general de la compañía de fertilizantes Monómeros, durante el «gobierno interino» que decía presidir Juan Guaidó.

(LaIguana.TV)