México no entregará a Perú la presidencia ‘pro tempore’ de la Alianza del Pacífico (AP), porque considera «espurio» al Gobierno de Dina Boluarte, indicó el jefe de Estado del país norteamericano, Andrés Manuel López Obrador.

«Allí está lo de la presidencia [de la AP], le voy a dar instrucciones al secretario de Relaciones Exteriores que le notifique a los miembros (…), yo no quiero entregar [la presidencia] a un Gobierno que considero espurio», afirmó el gobernante en conferencia de prensa.

México consultará a los otros dos miembros de la alianza fundada en 2011, Chile y Colombia, sobre la entrega a Perú de la presidencia rotativa que ejerció desde 2018 y debía entregar en una reunión postergada en noviembre del año pasado, que se celebraría en la capital mexicana.

«Voy a hacer la consulta, porque no quiero legitimar un golpe de Estado, no lo podemos hacer, eso es contrario a las libertades, es contrario a los derechos humanos y es antidemocrático; con nosotros no cuentan» expresó López Obrador.

La cumbre del año pasado fue cancelada luego de que el Congreso de Perú le impidiera viajar al entonces presidente Pedro Castillo, quien en esos momentos estaba siendo investigado por la justicia.

«Lo de la Alianza del Pacífico, estamos buscando la manera de entregar la presidencia, le correspondía a Perú pero cuando se iba a llevar cabo la reunión no le permitieron al presidente salir», recordó el presidente mexicano.

Primero se consideró una reunión en Lima, pero los países integrantes del grupo entendieron que no era conveniente, por la crisis que atravesaba entonces Perú.

«Luego íbamos a visitar Perú y [a Pedro Castillo] lo detuvieron [luego de intentar cerrar el Congreso], por esto que yo considero que fue un golpe de Estado técnico, aunque también ha utilizado a la policía, y creo que fue un acto ilegal arbitrario antidemocrático, no se respetó la voluntad del pueblo de Perú», puntualizó el mandatario mexicano.

Evolución de la crisis

En una gira por el estado de Sonora, fronterizo con EEUU, el mandatario consideró muy grave la situación en el país andino tras la destitución del presidente.

«Lo meten a la cárcel [a Castillo], no hay fundamentos legales, no respetan la voluntad del pueblo; lo que hay en el fondo es una actitud clasista racista», subrayó.

López Obrador piensa que, por tratarse de un maestro humilde de la sierra peruana, el exmandatario peruano fue «acosado en cinco o seis intentos de destitución», debido a que no contaba con la mayoría del Congreso.

También cuestionó a Boluarte, quien afirmó el 16 de febrero que López Obrador está perjudicando al grupo regional, «simplemente por seguir apoyando al expresidente que dio el golpe (…), no nos quiere entregar la presidencia pro témpore de la AP».

El líder mexicano considera que en la destitución de Castillo hubo una «traición de quienes supuestamente lo ayudaban, al grado de que cuando lo detienen, quienes llevan cabo esa acción son su propios guardias». Finalmente indicó que ese resultado fue producto de «una relación de complicidad, de componendas, una asociación delictuosa, toda una conspiración».

Castillo se encuentra en prisión preventiva en una cárcel de Lima, investigado por la fiscalía por los presuntos delitos de rebelión, conspiración, entre otros cargos.

Desde diciembre, cuando Castillo fue detenido y tras la asunción de Boluarte, diversas protestas sociales ocurren en Perú, particularmente en la zona sur andina, de parte de grupos y organizaciones de ciudadanos. Los manifestantes exigen la salida de la presidenta y los miembros del Congreso a través del adelanto de elecciones generales.

Los cuatro países que integran la AP, Chile, Colombia, México y Perú, representan más de 40% del producto interior bruto de Latinoamérica y reciben 38% de la inversión extranjera directa de la región.

(Sputnik)