Tras la renovación por octavo año consecutivo del decreto en el que Estados Unidos declara a Venezuela como «una amenaza inusual y extraordinaria contra la seguridad nacional«, el presidente Nicolás Maduro instruyó a su gabinete para que, en conjunto con la clase obrera, adelanten todos los esfuerzos necesarios para aumentar la producción, generar riquezas y garantizar la satisfacción de las necesidades de la población.

«Hay que producir cada vez más y esa riqueza invertirla en acrecentar las capacidades productivas, en la clase obrera, en sus contratos colectivos y en sus derechos laborales e invertirla en las necesidades del país, del pueblo. La plata tiene que rendir para satisfacer necesidades», manifestó el mandatario este viernes en una jornada de trabajo desde la Siderúrgica del Orinoco, en el estado Bolívar (sureste).

Si bien tachó el decreto de «infame» y subrayó el carácter «criminal» de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Washington, también aseguró que «con la clase obrera unida, Venezuela va saliendo adelante, va saliendo airosa, va venciendo las sanciones, va venciendo el bloqueo, va enfrentando y va venciendo al imperialismo, a todos sus decretos».

En su criterio, la clase obrera venezolana tiene «la fuerza moral y espiritual suficiente para resistir y para avanzar(…) en el crecimiento, en la solución de problemas, en la atención de nuestro pueblo, en la generación de riquezas, de bienes que satisfagan las necesidades del pueblo y de servicios públicos estables, de calidad, seguros, protegidos».

Durante un recorrido por la planta siderúrgica, los trabajadores mostraron a Maduro los resultados de diversas iniciativas de innovación y creación implementadas para sustituir partes, piezas y materia prima que otrora se importaban. En un momento, su falta causó la paralización de la planta porque las sanciones le impidieron al Estado realizar las compras.

(LaIguana.TV)